Tabasco.- La reciente movilización convocada por Claudia Sheinbaum en la Ciudad de México se ha visto empañada por la trágica muerte de Juan Carlos González Ramón, un militante de Morena originario de Tabasco, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en la carretera México-Querétaro, luego de ser reportado como desaparecido tras su participación en el evento.
Este sería el segundo suceso violento relacionado con el evento masivo por los 7 años de la Cuarta Transformación celebrado en la capital del país, considerando la muerte del regidor 14 de Reynosa, Tamaulipas, Brayan Nicolás Vicente Salinas, quien fue hallado muerto la noche del domingo 7 de diciembre de 2025 en un departamento de la colonia Tabacalera, alcaldía Cuauhtémoc, en la Ciudad de México tras acudir al festejo.
La lamentable noticia plantea serias preguntas sobre la logística, seguridad y seguimiento de los contingentes de base que se trasladan desde otros estados para participar en este tipo de mítines políticos. En el caso del tabasqueño González Ramón según el comunicado emitido por el partido, se retiró del punto de reunión de su transporte el pasado 6 de diciembre. Su posterior desaparición y hallazgo sin vida en una carretera federal expone una falla en los protocolos de salvaguarda de los participantes, quienes, según el propio partido, asisten de manera voluntaria.
Ante el trágico suceso, el Comité Ejecutivo Estatal de Morena en Tabasco ha expresado su "profunda consternación" y se ha comprometido a brindar apoyo a la familia del fallecido. Si bien el partido activó los protocolos de búsqueda y presentó las denuncias correspondientes, la postura oficial se centra en la solidaridad y, fundamentalmente, en la exigencia de una "investigación exhaustiva y pronta" a las autoridades competentes para esclarecer las "circunstancias exactas del deceso".
Esta reacción, aunque necesaria, pone a Morena en una posición delicada. La muerte del militante subraya el riesgo implícito en las grandes movilizaciones y el deber del partido de garantizar la seguridad de sus bases. La crítica se centra en si el compromiso del partido con la "verdad y la justicia" será suficiente para ir más allá de la mera gestión de trámites y asegurar que se rinda cuentas sobre lo que pudo haber ocurrido a uno de sus militantes tras participar en un evento central de la agenda de su movimiento. La exigencia de esclarecimiento no solo debe ser para las autoridades, sino también una reflexión interna sobre las medidas preventivas implementadas.








