Villahermosa, Tabasco.- El exgobernador Manuel Andrade Díaz arremetió contra el actual gobierno de Tabasco por lo que calificó como una "nueva arbitrariedad" en el pago del aguinaldo, señalando que, tras dar marcha atrás a la intentona de rasurar esta prestación a los trabajadores de base, el perjuicio recae ahora en el personal de confianza y por honorarios o contrato.
Andrade Díaz, al referirse a la polémica generada por el intento de reducir el aguinaldo de 85 a 40 días, destacó que si bien la presión y la unidad de los trabajadores sindicalizados lograron frenar el decreto inicial, la administración estatal ha optado por un mecanismo de "castigo" y discriminación laboral.
"Ante la inconformidad y presión de los trabajadores de base y sindicalizados, el gobierno de Tabasco, dirigido por funcionarios ineptos y carentes de preparación, tuvo que dar marcha atrás al ilegal decreto. Gracias a la fuerza y unidad de los trabajadores, esa injusticia no prosperó", reconoció el exmandatario.
No obstante, puntualizó que la administración decidió ensañarse con los otros sectores de la burocracia. "Pero ahora, en una nueva arbitrariedad, decidieron castigar a los servidores públicos de confianza, otorgándoles únicamente 40 días de aguinaldo, y al personal por honorarios o contratos, apenas 30 días, además de descontarles el ISR", criticó.
El exgobernador enfatizó que esta diferenciación y discriminación es inédita y contrasta fuertemente con el manejo de administraciones anteriores. "En nuestros tiempos, el aguinaldo y las prestaciones se pagaban completos, sin descuentos ni trampas. No había discriminación. El pago era igualitario. Hoy, el perjuicio es claramente para los trabajadores que no son de base, algo que no ocurría en anteriores administraciones", sentenció Manuel Andrade Díaz.
Finalmente, el exmandatario instó a los trabajadores afectados a seguir el ejemplo del personal de base: "Así como los trabajadores de base frenaron un abuso, los de confianza y contratados también pueden hacerlo. Porque los derechos no se mendigan, se defienden. Hoy, la dignidad se defiende en voz alta. ¡Hay que luchar hasta que la dignidad se haga costumbre!", concluyó.







