Caracas, Venezuela – El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció este lunes la presencia de ocho barcos militares de Estados Unidos con mil 200 misiles y un submarino apuntando hacia su país, calificándolo como la "más grande amenaza" en el continente en los últimos 100 años. La declaración de Maduro se produce en respuesta al despliegue antinarcóticos anunciado por Washington en aguas del Caribe.

Durante un encuentro con la prensa internacional en Caracas, Maduro afirmó que Venezuela ha declarado la "máxima preparación para la defensa" ante esta "amenaza extravagante, injustificable, inmoral y absolutamente criminal, sangrienta." El mandatario reiteró que Venezuela "jamás va a ceder frente a chantajes, ni amenazas de ningún signo."

Maduro también advirtió al presidente estadounidense, Donald Trump, que su secretario de Estado, Marco Rubio, busca "llevarlo a un baño de sangre" en Venezuela. "Mister president Donald Trump, usted tiene que cuidarse porque Marco Rubio quiere manchar sus manos de sangre, con sangre suramericana, caribeña, con sangre venezolana," insistió.

El presidente venezolano señaló que, si su país fuera agredido, pasaría "inmediatamente al periodo de lucha armada, en defensa del territorio nacional," declarando "constitucionalmente la República en armas," aunque aclaró que sería una estrategia "eminentemente defensiva" con dos formas de lucha: diplomática y armada.

El despliegue militar estadounidense llevó a Colombia a convocar una reunión urgente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). En la reunión virtual, el canciller venezolano Yván Gil aseguró que 4 mil 200 tropas "entrenadas" de Estados Unidos están "listas y preparadas para invadir" su territorio, e hizo un llamado a exigir el retiro inmediato de estos militares y las embarcaciones.

Gil denunció la presencia de un "submarino nuclear" en el Caribe, que, según él, viola la "zona de paz" declarada en 2014 y el Tratado de Tlatelolco de 1967, que establece a América Latina y el Caribe como zonas libres de armas nucleares.

El funcionario chavista criticó que Estados Unidos use un "relato totalmente falso" sobre un "supuesto cartel que han denominado Cartel de los Soles" como "excusa para este despliegue inusitado y grosero."

La canciller colombiana y presidenta temporal de la CELAC, Rosa Villavicencio, rechazó la "lógica de intervención," enfatizando que la CELAC "nació para hablar con voz propia." Villavicencio destacó la importancia de canalizar las preocupaciones legítimas por vías diplomáticas y multilaterales, y ofreció la plataforma de la CELAC para encontrar soluciones latinoamericanas y caribeñas.

Para Villavicencio, proteger la zona de paz de la región no implica negar las diferencias internas ni minimizar la gravedad del crimen organizado transnacional, sino enfrentarlo con instituciones, cooperación judicial y policial, y confianza mutua, en lugar de "amenazas militares que inevitablemente terminan generando implicaciones negativas para la seguridad humana, el comercio, el turismo y las economías de todos nuestros países."

Washington, por su parte, sostiene que el envío de buques y marines tiene el propósito de "frenar el flujo de drogas," y ha aumentado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura de Maduro, a quien acusa de presuntos nexos con cárteles del narcotráfico.