CHIAPAS. Un grupo de desplazados del Ejido Puebla, ubicado en el municipio de Chenalhó, se manifestaron frente a la sede del gobierno del estado para exigir su reubicación inmediata.

Denunciaron que el subsecretario de gobierno de la zona Altos intentó obligarlos a regresar, aunque no había recibido instrucciones del gobierno del estado, según los habitantes.

Los desplazados, quienes han estado viviendo en condiciones precarias durante meses, denunciaron que han sido víctimas de violencia y despojo de tierras por parte de grupos armados en la región.

Refugiados en un campamento provisional en San Cristóbal de las Casas,donde permanecen desde hace 9 años. Araceli Cruz López, representante de 14 familias desplazadas, comentó en entrevista que el asesinato de su padre, Guadalupe Cruz Hernández, ocurrido en mayo de 2016, sigue sin justicia. Ella pidió que se girara la orden de aprehensión contra los presuntos responsables, ya que esta situación es una de las razones por las que aún no puede regresar a su hogar.

Exigen al gobierno estatal que se les brinde una solución definitiva a su situación, que incluya la reubicación en un lugar seguro y la dotación de tierras y recursos para poder reconstruir sus vidas.

“No tenemos seguridad para retornar a esa comunidad. No ejecutaron las órdenes de aprehensión, no desarticularon los grupos paramilitares. Asesinaron a mi papá el día de nuestro desplazamiento. No tenemos una condición segura”, explicó Cruz López.

Los manifestantes también pidieron justicia y castigo para los responsables de la violencia y el despojo que han sufrido, y exigieron que se tomen medidas para proteger a las comunidades indígenas y campesinas de la región.

La situación de los desplazados del Ejido Puebla es solo una de las muchas crisis humanitarias que afectan a la región, y su reubicación es solo el primer paso para abordar las profundas necesidades y desafíos que enfrentan.

Recientemente, Araceli Cruz mencionó que en la comunidad Los Chorros asesinaron a una persona vinculada a los hechos de mayo de 1997, en los que hubo homicidios, desapariciones, daños y robos en los ejidos de Los Chorros, Polhó y Majomut. Este tipo de situaciones mantiene un temor constante entre los desplazados.

Hasta ahora, las familias desplazadas mantienen la esperanza de que con el actual gobierno se pueda mejorar la situación. Sin embargo, Cruz López afirmó que, a pesar de la seguridad que les ofrece el gobierno, ya no desean regresar. “Ya no queremos sufrir como lo hizo mi familia... Hemos visto que en otras comunidades siguen los asesinatos, la delincuencia persiste y no queremos que vuelva a pasar. Queremos paz”, expresó.