Tuzantán, Chiapas – La alegría de una fiesta popular se transformó en una tragedia atroz. Abner Morales Soto, un joven que fue brutalmente rociado con gasolina y prendido en llamas durante un concierto de Los Cadetes de Linares, falleció el pasado viernes tras una dolorosa batalla de 20 días por su vida en un hospital.
El infierno se desató la noche del 15 de noviembre en el parque central de Tuzantán. En medio de la música y el gentío, un hombre identificado como Mauricio 'N' se acercó a Abner, lo bañó con el combustible y, sin piedad, encendió el fuego. Testigos horrorizados señalaron que el agresor le gritó a la víctima: “tenía que morirse” mientras las llamas consumían su cuerpo.
Abner sufrió quemaduras de segundo grado en gran parte de su cuerpo. A pesar de los esfuerzos de elementos de Protección Civil y personas presentes que lograron sofocar el fuego y trasladarlo de urgencia al Hospital de Huixtla, las complicaciones derivadas de las lesiones fueron devastadoras. Días después de la agresión inicial, su estado empeoró, obligando su reingreso al hospital, donde finalmente sucumbió a sus heridas.
La Fiscalía General del Estado (FGE) había actuado inicialmente por el delito de homicidio en grado de tentativa, logrando la detención de Mauricio 'N'. Tras la confirmación del deceso de Abner, la carpeta de investigación ha sido reclasificada al delito de homicidio consumado.
Este trágico desenlace intensifica significativamente las consecuencias penales para el presunto responsable. El Fiscal Jorge Luis Llaven Abarca había señalado previamente que este crimen podría alcanzar una sentencia de más de 40 años de prisión.
Mientras la justicia avanza, la comunidad de Tuzantán se prepara para despedir a Abner Morales Soto. Sus restos, tras ser sometidos a la necropsia de ley, serán velados y sepultados en el ejido Nueva Sonora, dejando un profundo dolor y una pregunta sin respuesta sobre la inexplicable crueldad que segó su vida en una noche de fiesta.








