Chetumal, Quintana Roo.- La presencia del pez diablo (Pterygoplichthys spp.), una especie invasora, ha sido confirmada en Quintana Roo, generando una seria preocupación por los impactos que podría ocasionar en los cuerpos de agua y la biodiversidad del estado. Investigaciones del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) han revelado una considerable población de esta especie en Chetumal y se han capturado varios ejemplares en la laguna de Bacalar, donde se contabilizaron al menos ocho peces diablo.
Este invasor acuático representa una amenaza directa para los ecosistemas locales, ya que tiene la capacidad de desplazarse a través de los canales de agua dulce. Los investigadores advierten que su trayecto podría extenderse de sur a norte en Quintana Roo, afectando cada zona que atraviese.
El pez diablo ocasiona daños directos en los cuerpos de agua al socavar y remover el suelo. Esta acción no solo afecta la estabilidad de la infraestructura como los muelles, sino que también altera el equilibrio natural de los ecosistemas marinos y de agua dulce. Por estas razones, los especialistas lo consideran una especie de alto riesgo para el medio ambiente.
Aunque los reportes más recientes provienen de Chetumal y Bacalar, esta no es la primera vez que se registra la presencia del pez diablo en la península. Expertos ya habían confirmado avistamientos y capturas en Yucatán, donde también generó serias afectaciones a la biodiversidad en los cuerpos de agua invadidos.
Ante este panorama, las autoridades y organizaciones ambientales hacen un llamado urgente a la población para tomar conciencia sobre el riesgo que representa el pez diablo. Asimismo, instan a reportar cualquier avistamiento de esta especie con el fin de controlar su propagación y proteger los valiosos recursos naturales de Quintana Roo.