TABASCO.- A pesar de que las vacaciones de verano se aproximan a su fin, la seguridad de los niños en casa sigue siendo una prioridad. Durante este periodo, las madres redoblan sus esfuerzos para proteger a sus hijos de los accidentes domésticos, una situación que, según los expertos, aumenta considerablemente en esta temporada.

Lo que las madres saben: la vigilancia es la clave

Para Eva Magaña García, madre de dos, la vigilancia constante es la mejor herramienta. "Siempre estoy al pendiente de que no se vayan a lastimar", comparte. Su estrategia incluye alejar a sus hijos de cualquier lugar que considere un peligro, prestando especial atención a los conectores eléctricos y las estufas.

Heydi Hernández, por su parte, insiste en que hay que estar "muy al pendiente de ellos". Su táctica de prevención se enfoca en los detalles: desconectar los aparatos que no se usan, guardar los cuchillos fuera del alcance y, si están en el exterior, acompañar a su hijo en cada paso, incluso si eso significa meterse al agua con él. "Hay que tener alzadas las cosas peligrosas, porque ellos los ven como simple curiosidad, como si fuera un juguete", recuerda.

Blanca Hernández, otra madre preocupada, resalta la importancia de la prevención en la cocina. Su consejo es usar siempre los quemadores traseros de la estufa para evitar que cualquier movimiento accidental cause un derrame de líquidos calientes sobre el niño.

La seguridad es un trabajo de todos los días

Cabe recordar que el inicio de las vacaciones suele venir acompañado de una advertencia: la incidencia de accidentes en el hogar aumenta hasta en un 50 %, según Silvia Gutiérrez Lucatero, directora del Hospital Regional de Alta Especialidad del Niño "Dr. Rodolfo Nieto Padrón". Los niños, con su naturaleza aventurera, exploradora y llena de curiosidad, pueden exponerse a peligros sin que los adultos se percaten.

Los incidentes más frecuentes, de acuerdo con la experta, van desde la ingestión de líquidos peligrosos guardados en envases de refrescos, hasta la introducción de objetos extraños en nariz u oídos. Las quemaduras por líquidos calientes son especialmente comunes en menores de cinco años, a menudo por descuidos tan simples como cocinar a una altura accesible para ellos. 

La seguridad de los niños es un trabajo continuo que requiere de la atención y el ingenio de los padres. Estas estrategias, compartidas desde la experiencia, son un recordatorio de que la prevención es siempre la mejor medicina.