TABASCO. Más de 3 mil pescadores resultaron afectados por los trabajos de estudios sismológicos realizados por la compañía Sinopec International Petroleum Service México, contratada por Petróleos Mexicanos (Pemex), en el poblado Simón Sarlat, municipio de Centla, ya que devastaron mantos acuíferos y acabaron con las especies nativas.
Esta empresa se había comprometido con los pescadores de la zona a que no dañarían el medio ambiente, porque supuestamente traían tecnología de punta amigable con la flora, fauna, ríos y el entorno en general.
Sin embargo, los afectados aseguraron a Sintexto que las operaciones petroleras de Sinopec acabaron con la actividad pesquera de los habitantes que hoy viven al día y sin esperanza, después de más de 100 años que las familias que habitan el lugar vivían tradicionalmente de esta actividad.
“Hoy sufrimos por la falta de empleos bien renumerados, y de forma desesperada buscamos cualquier tipo de jornal a cambio de un salario que no alcanza más que para sobrevivir”, se quejan pescadores de la zona.
José Ignacio Ovando Pérez, presidente de la cooperativa "Pescadores de Simón Sarlat", que tiene 63 agremiados con permisos ante la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), narró sobre “la problemática que inició cuando Sinopec entró desde el 27 de junio de 2022, y de inmediato nos vimos afectados porque metieron lanchas y aerobotes”.
Con las balizas sembradas, comenzaron a dinamitar el área, lo que provocó que muchas peces nativas como mojarras, pejelagartos, camarones, jaibas de río, entre otras, migraran para huir de las explosiones que realizaba la compañía en las tres lagunas y el río El Guao.
“Como cooperativa, nosotros tuvimos que intervenir y luego decirles que queríamos nosotros un arreglo con ellos, pero no tuvieron ese acercamiento o ese arreglo con nosotros, sino que ellos decían que, para pagar los daños, todo lo que nos habían hecho, no tenían dinero ellos como compañía, ni Pemex”, acusó.
Después de nueves meses de trabajos intensos de exploración, la compañía se fue de la zona en el mes de abril de 2023, dejando a su paso enormes daños, que dejaron sin empleo a más de 3 mil personas, entre las 4 cooperativas legalmente constituidas y los pescadores libres.
Recordó que antes que ingresara Sinopec “agarrábamos unos 15, 20 kilos, ahora nada más en nuestra pesca estamos agarrando 4 o 6 kilitos, hay veces 3 kilos, lo que nos da una magnitud del daño que dejaron a su paso.
“Pura detonaciones, hacían brecha, tiraban cable para detonaciones con dinamita, cerca de la laguna, que eso no lo deberían de hacer, todo, cercaron la laguna con palos donde ellos trababan los cables para cruzar al otro lado, a otra orilla para agarrar el campo, todo eso lo hicieron ellos”, describió.
DEVASTACIÓN AMBIENTAL
Estos trabajos de explosión y exploración afectaron la laguna Tres Brazos, Río El Guao, Río El Pajaral, La laguna El Cerco y El Corcho, “donde nosotros realizamos nuestra pesca, si no vamos a otra laguna, pescamos en la otra y así nos vamos, o bien en los ríos, pero nosotros tenemos que pescar”.
Por su parte, el presidente de la Cooperativa de Pescadores “Producción Pesquera El Langostino”, Feliciano García Méndez, un hombre de 73 años que vive en la ranchería Las Porfías, y tiene un gremio de 337 pescadores, comentó que desde que era niño se dedicó a la pesca en los cuerpos lagunares de la zona, por lo que “no tenemos más estudios más que la pesca”.
“Esa es nuestra frente de trabajo, donde nosotros nos mantuvimos mucho tiempo ahí, gracias a Dios, nos incorporamos para que estudiaran nuestros hijos, porque abundaba el pescado, se agarraba algo, se vendía y tenías como mantener la familia. Llevo hasta hoy 73 años, tengo mi equipo, pero el problema está de que ahora viene Sinopec, que es el mismo Pemex”.
Manifestó que nunca fueron tomados en cuenta para una consulta, por ser una zona indígena, “entonces ellos vienen y entran a la zona, nunca nos pidieron permiso como una zona protegida”.
“Dijeron que no se iba a perjudicar porque nada más era cosa de hacer brecha y cosas desde un equipo iban a llevar a cabo todo el manejo. Pero es una gran mentira, ellos ya traen la técnica, traen lo más esencial como químicos o como ingenieros expertos. Y empezaron a llenar las lagunas de balizas, entonces en las lagunas detonaron hasta reventar, entraban lanchas, entraban aerobotes, motores de 60, motores grandísimos, el aerobote es un animalón grande con tanto ruido”, refirió.
Externó que como era centro de pesca, “ahí se hacían pedazos los paños y a ellos les valía, aunque muchas veces íbamos a la oficina (Sinopec), en Santo Domingo, nos hacían ir para allá, que con solo llevar la solicitud de daños…pero nunca nos pagaron los daños”.
A raíz de las inconformidades de los pescadores contra Sinopec, el lugar fue resguardado por elementos policiacos, que cuidaban de que los inconformes no llegaran a reclamar a la empresa mientras realizaba los trabajos de devastación ambiental, acusó.