Tabasco.- La joven cocinera tradicional, originaria de Guaytalpa, Nacajuca, Wendy Hernández fue la representante de uno de los cinco colectivos ganadores del concurso A Qué Sabe la Patria, una competencia gastronómica a nivel nacional en la que logró transmitir lo mejor de la cultura Yokot´an con el platillo ancestral: Ono' k'ux: patëlwaj dok ja'as de ibam dok mat'z (Tamal torteado con plátano, de pejelagarto, con atole de maíz con cacao).

El certamen realizado de manera anual este año se dio a la tarea de ser alusivo al año de la Mujer Indígena, en esta ocasión solamente se permitieron muestras colectivas de mujeres, mismas que debían ser de pueblos originarios, “Yo presenté con mi colectivo que se llama Ix Yoko Cheraj Ono’ K’ux, y presenté la receta del Ono' k'ux: patëlwaj dok ja'as de ibam dok mat'z, que es Tamal torteado con plátano, de pejelagarto, con atole de maíz con cacao. Este año solo iban a haber 5 ganadoras y 5 menciones honoríficas, yo quedé entre las cinco ganadoras”, explica.

Los ganadores de otros estados fueron de Oaxaca, Puebla (dos colectivos de esta entidad se llevaron el galardón), Hidalgo y Tabasco, el único de la región sureste.

Para participar explica para Sintexto que tuvo que mandar sus documentos, uno de ellos: un documento que acreditó que es de una comunidad indígena y, un video realizando la receta; contando lo que está detrás del platillo, la historia, las técnicas, la autenticidad del platillo. “En el video mostré la elaboración y las técnicas que se ocupan, indicó.

Su amor por la cocina nació desde que era pequeña, “como mi mamá estaba siempre trabajando, después de trabajar siempre cocinaba y yo siempre la veía y andaba atrás de ella, le decía que quería ser como ella”, de su mamá aprendió el arte de alimentar el estómago y el corazón, también recuerda como parte de este legado a sus abuelos, los cuales “cocinaban siempre platillos ricos y deliciosos”.

Actualmente, junto a su mamá trabaja en un proyecto restaurantero llamado El Sazón Ancestral, “es un proyecto en donde tratamos de rescatar las vivencias y las costumbres de la gastronomía de los Yokot´an”. Y es que ella considera que en su comunidad nadie ha hecho algo para rescatar la cultura alimentaria de la región, “Ya no conoce la gente la cultura alimentaria, ese es mi trabajo, el trabajo de toda mi familia, el de seguir preservando”, argumenta.

Su trabajo en esta causa se eleva al de ser la última línea contra el avasallamiento de la comida rápida y procesada que circula cada vez con más presencia en el estado “Tenemos que seguir resistiendo para que no se pierda y también se siga impulsando la cultura alimentaria, que se siga comiendo sano, porque la cocina tradicional es muy sana” subraya.

Elegir el platillo ideal para la competencia fue regresar al pasado, se dejó llevar por sus recuerdos de la infancia, “Siempre era el tamal torteado de frijol”, expresa, relatando que ese platillo siempre era servido en desayunos o en velorios, además, reitera que trabajar en esto le ha enseñado mucho más de sus raíces, cuenta mientras explica que el pejelagarto es un animal muy importante para Tabasco. 

Recibir este premio significa la retribución de un trabajo de muchos años, siendo tan joven ella no se veía ganando este premio, esto porque la cocina tradicional tiene un prejuicio muy marcado: este se realiza por personas mayores. Por ello es muy recurrente que a Wendy no la tomen en cuenta o la hagan de menos por su edad, “Es algo que no está definido por tu edad, es algo que a mí me gusta hacer y lo aprecio bastante, es importante que a las culturas populares les hayan dado importancia al tomarlos en cuenta”.

Comida tradicional, no es valorada

“Aquí en Nacajuca nadie te apoya para impulsar la gastronomía. Nacajuca es artesanía, es música, es poesía, pero también es gastronomía, nadie le da la importancia… no nos apoyan, pero mi familia y yo con nuestro esfuerzo lo estamos logrando y eso muy satisfactorio, ya nos están viendo, ya nos están volteando a ver”, explica Wendy sobre lo difícil que es trabajar en esto para mantenerse y al mismo tiempo ser difusores de los platillos tradicionales sin recibir apoyo de la entidad o el municipio.

Pese a esto, su trabajo es cada vez más recompensado, cuenta que recientemente viajó a Chiapas, en donde convivió con otras cocineras tradicionales y estas la felicitaron porque siendo Wendy tan joven, ha ganado en este certamen, ven en ella esperanza para que futuras generaciones puedan aprender y que al mismo tiempo ella sea el ejemplo a otros de su edad o más pequeños, “fue un elogio muy grande”, relata.

El mejor regalo de cumpleaños que tendrá el próximo 28 de septiembre será el recibir este premio que es el resultado de su esfuerzo hogareño y de la rica tradición de su comunidad y de su familia.

Finalmente, explica que al regresar de recibir el premio seguirá difundiendo la comida tradicional de su comunidad e impartirá talleres, “Trabajar hasta que dé resultados”, dice una de las mejores cocineras tradicionales del país.