La Selección Mexicana de Fútbol concluyó el año con una preocupante racha de seis partidos consecutivos sin conocer la victoria, el peor registro en los últimos 10 años, tras caer 2-1 ante Paraguay en su último encuentro amistoso.
El saldo de los seis partidos de preparación disputados después de ganar la Copa Oro es de cuatro empates y dos derrotas. El equipo dirigido por Javier Aguirre igualó con Japón (0-0), Corea del Sur (2-2), Ecuador (1-1) y Uruguay (0-0), y fue superado por Colombia (4-0) y Paraguay (2-1). Esta seguidilla de resultados adversos alarga a siete los partidos sin poder vencer a un rival de la Conmebol.
En el encuentro disputado en San Antonio, los goles paraguayos fueron obra de Antonio Sanabria y Damián Bobadilla, mientras que Raúl Jiménez anotó el único tanto para el Tricolor, de penalti. Los goles en contra castigaron errores defensivos y una mala salida del arquero Luis Ángel Malagón.
La racha negativa ha generado una ola de críticas y desaprobación de la afición. A pesar de que el partido se jugó en Estados Unidos, en un intento por evitar el ambiente hostil de México, el equipo volvió a ser despedido entre abucheos y el grito homofóbico en las gradas, obligando al árbitro a activar el protocolo antidiscriminación.
Con menos de siete meses para ser anfitrión de la Copa del Mundo 2026, México genera dudas. La falta de confianza y credibilidad en el proceso de Aguirre es palpable, y el equipo no logra convencer a su público, cerrando la última fecha FIFA del año con un declive que pone en alerta al fútbol mexicano. Por ahora, solo su condición de anfitrión mundialista le asegura un lugar en el torneo.








