El director general del Tren Maya, general Óscar David Lozano, confirmó que el incidente ocurrido en la estación Izamal, Yucatán, no fue un descarrilamiento, sino un desvío de aguja provocado por una anomalía en el cambio de vía. La Fiscalía General de la República (FGR) ha iniciado una carpeta de investigación para esclarecer los hechos, mientras peritos evalúan los daños y las causas del percance, un paso necesario para activar el seguro correspondiente.
Lozano aseguró que todos los pasajeros de los trenes 304 y 307 involucrados en el incidente se encuentran bien, reafirmando que la seguridad de los usuarios es la prioridad absoluta del Tren Maya. Detalló que el Tren 304, procedente de Cancún, sufrió un cambio intempestivo en uno de sus bogies, lo que provocó que saliera de la vía y quedara ligeramente recostado sobre el Tren 307, que estaba estacionado.
El director general enfatizó que esta "anomalía" no debería haber ocurrido en el diseño del sistema ferroviario y que, una vez determinadas las causas, se establecerán acciones correctivas para garantizar la seguridad de las operaciones. Este suceso, que es el segundo incidente registrado en el Tren Maya, genera preocupación sobre las condiciones técnicas y operativas del sistema.
Lozano reconoció que, aunque se ha descartado un hackeo o un "error humano" en este caso específico, el Tren Maya ha fallado dos veces, comprometiéndose a alcanzar "cero incidencias" en el futuro. La certificación de calidad que se busca, según Lozano, será clave para evitar futuras fallas y restaurar la confianza del público en este proyecto insignia del gobierno federal.
La FGR y las autoridades pertinentes tienen la responsabilidad de esclarecer lo ocurrido y, de haber responsables, asegurar que enfrenten las consecuencias ante la autoridad. La reiteración de incidentes, aun cuando se compara con cifras de accidentes ferroviarios en otros países, exige una revisión profunda y medidas correctivas inmediatas para garantizar la fiabilidad y seguridad de este transporte emblemático.