Qatar.- El sueño de la selección mexicana Sub-17 comenzó con un duro golpe. A pesar de mostrar destellos de buen futbol y dominar gran parte del encuentro, el equipo dirigido por Carlos Cariño cayó 2-1 ante una efectiva Corea del Sur en su primer partido de la Copa del Mundo.
México tuvo el control del balón, moviéndolo con criterio, pero la falta de contundencia en el último tercio se pagó caro. Fueron los surcoreanos quienes, en un golpe de pizarra, aprovecharon el balón parado. Koo Hyeon-Bin rompió la paridad al minuto 19, silenciando a la afición con un gol desde el tiro de esquina que puso el partido cuesta arriba para el Tri.
No obstante, el espíritu de la juventud mexicana se hizo presente. Justo antes del descanso, Aldo de Nigris, el talentoso atacante de Rayados, se vistió de héroe para emparejar los cartones con un potente remate, devolviendo la esperanza a la escuadra azteca.
El complemento arrancó con la sensación de que México retomaría el control, pero la alegría duró poco. Apenas al minuto 49, Nam Ian apagó la reacción mexicana con el 2-1 definitivo. Cariño movió sus piezas, buscando la reacción con los ingresos de Luca Vuoso, Máximo Reyes, Juan López y José Mancilla, inyectando sangre fresca al ataque, pero el reloj se convirtió en el peor enemigo.
El tiempo no alcanzó. México cae, pero la lucha continúa. El Tri tiene una revancha inmediata el próximo viernes ante Costa de Marfil, urgido de sumar sus primeros puntos para mantener viva la aspiración de superar la fase de grupos. La prueba de fuego final será el lunes contra Suiza, el actual líder del grupo. El objetivo sigue siendo claro: emular a la Sub-20 y meterse, al menos, entre los mejores ocho del mundo.








