Culiacán, Sin.- El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, reveló que su postulación a la gubernatura por Morena se concretó por una intervención directa del entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a pesar de que las encuestas internas del partido favorecían a otro aspirante. Esta revelación, hecha en el marco de la Feria Internacional del Libro en Culiacán, pone en entredicho el discurso de Morena de que sus candidatos son elegidos únicamente por la voluntad popular manifestada en encuestas y no por designaciones cupulares.
Rocha Moya relató que, previo a su destape, se levantaron dos encuestas en Morena, cuyos resultados señalaban a Luis Guillermo Benítez, exlíder estatal del partido, como el mejor posicionado. El propio Ricardo Monreal Ávila, coordinador de Morena en el Senado, le habría confesado que él no sería el candidato en ninguno de los dos levantamientos, aunque le anticipó que las publicaciones de ambos resultados serían suspendidas.
Según el testimonio de Rocha Moya, Monreal le informó que la decisión de suspender el anuncio se debía a que el Presidente de la República "no sabía por qué no era el seleccionado".
La versión del gobernador sinaloense apunta a que López Obrador revisó personalmente los resultados y cuestionó la metodología o conclusión, al percatarse -según su afirmación- que Rocha Moya tenía "el doble" de intención de voto que el más cercano competidor en un rubro específico. "Yo me fui directo a dónde decía intención de voto y ya vi que tú tenías por encima, del más cercano, el doble, entonces dije yo, 'y ¿Quién dice que no es Rocha el que no debe de ser candidato?’", citó Rocha Moya sobre las supuestas palabras del Presidente.
Este relato contrasta con la insistente afirmación de la dirigencia de Morena, incluyendo al propio López Obrador, de que en el movimiento no existen los "dedazos" y que las candidaturas son producto de un proceso democrático basado en encuestas que reflejan la voluntad del pueblo. La anécdota de Rocha Moya sugiere que, al menos en su caso, el peso de la opinión y decisión del entonces Presidente, fue determinante para revocar el resultado de las encuestas y asegurar su candidatura.
El gobernador atribuyó esta intervención a la amistad que data de 1998, cuando compitió por la gubernatura bajo las siglas del PRD y López Obrador era el dirigente nacional, periodo en el que "Vino aquí a Sinaloa y me acompañó mucho, anduvo conmigo en los pueblos e hicimos amistad".








