Temixco, Morelos.- Camilo Ochoa Delgado, conocido en redes sociales como “El Alucín” y con un pasado como sicario del Cártel de Sinaloa, fue ejecutado a balazos este sábado 16 de agosto de 2025 en el municipio de Temixco, Morelos. Su muerte reaviva el debate sobre los riesgos que enfrentan las figuras públicas con presuntos o reales vínculos con el crimen organizado.
Ochoa Delgado, hijo de Arnoldo de la Rocha, fundador de la cadena de restaurantes El Pollo Feliz, fue hallado sin vida dentro del baño de una vivienda en la colonia Lomas de Cuernavaca, tras múltiples detonaciones de arma de fuego reportadas por vecinos alrededor de las 17:24 horas. Paramédicos confirmaron su deceso por impactos de bala. Testigos señalaron que el agresor huyó en un vehículo Chevrolet Sonic.
Un pasado entre balas y advertencias
Camilo Ochoa nunca ocultó su historia. En diversas plataformas, relató haber sido sicario del Cártel de Sinaloa hasta 2014, llegando a controlar una "plaza" en Mazatlán y participando en enfrentamientos. Entre sus testimonios más impactantes, mencionó roces con Dámaso López Núñez, alias “El Mini Lic”, y un intento de asesinato en su contra. También narró un secuestro en 2004 por parte de Los Zetas en Nuevo Laredo, mientras trabajaba en el negocio familiar.
Tras dejar las filas del crimen organizado, Ochoa construyó un perfil público en redes sociales con el objetivo, según él, de concientizar a los jóvenes sobre las consecuencias de la vida criminal. Su estilo directo le ganó seguidores que lo veían como una voz de advertencia, pero también detractores que lo acusaban de glorificar la violencia.
Vinculaciones recientes y una lista mortal
En enero de 2025, el nombre de Camilo Ochoa resurgió con fuerza tras la aparición de panfletos en Culiacán que lo vinculaban, junto a figuras como Peso Pluma y Markitos Toys, con la facción de Los Chapitos, liderada por Iván Archivaldo Guzmán. Estos volantes instaban a la población a dejar de seguir a dichas figuras, acusándolos de ser supuestos colaboradores financieros del grupo criminal.
La alerta no fue en vano: al menos seis de las personas mencionadas en esos panfletos han sido asesinadas en los últimos meses, lo que reforzó la percepción de que la lista operaba como una advertencia mortal.
La relación de Ochoa con su padre, el reconocido empresario Arnoldo de la Rocha, también contribuía a mantenerlo en el ojo público. En entrevistas, el influencer había compartido reflexiones sobre el narcotráfico y los peligros de la violencia. Su muerte, sin embargo, pone de manifiesto la vulnerabilidad de aquellos que, a pesar de alejarse del mundo criminal, permanecen ligados por sus historias pasadas o la percepción pública.
Horas antes de su asesinato, Camilo Ochoa realizó una transmisión en vivo en redes sociales, mostrando la ropa que vestiría esa tarde, la cual coincidía con la que llevaba al momento de su muerte, un hecho que impactó a sus seguidores tras la viralización de la noticia. La Fiscalía General del Estado de Morelos ha iniciado las investigaciones correspondientes para esclarecer el homicidio.
