CHIAPAS. Un grupo de habitantes de la comunidad de Emiliano Zapata del municipio de Tuxtla Gutiérrez, bloquearon este inicio de semana el camino de terracería que conduce al relleno sanitario de la capital, esto como forma de protesta ante los daños ambientales y sociales ocasionados por empresas trituradoras, graveras y de plantas de asfalto en la zona.
El bloqueo se realizó a la altura del tramo conocido como La Lanza, frente a la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), donde acusan que las detonaciones, vibraciones y emisiones contaminantes se han vuelto parte del paisaje cotidiano para cientos de personas.
“Nos hemos reunido en este lugar para manifestarnos pacíficamente, para pedirle el apoyo al señor gobernador porque las trituradoras en esta zona están haciendo un ecocidio”, declaró Eduardo Alejandro Cancino Alcazár, vecino de la zona.
Cancino Alcazár explicó que la actividad industrial en el área no sólo afecta viviendas, sino también a centros educativos y áreas ejidales.
“Aquí en esta zona, por el boulevard Emiliano Zapata y la calle La Lanza, tenemos a 100 personas y mil 400 estudiantes. Y en Ciudad Universitaria otro número igual. También se afecta a los ejidos de ahí arriba”.
De acuerdo con su testimonio, las detonaciones de las trituradoras han provocado fracturas en ductos del propio relleno sanitario, disminución en los niveles de agua en los acuíferos que abastecen a la Escuela de Veterinaria y daños estructurales visibles en las viviendas.
“Todas las casas están agrietadas. No es sólo una pared, son dos. No es sólo el piso o el techo, es todo. Todas se están cuarteando”, afirmó.
El ciudadano también denunció que, pese a haber acudido a las autoridades correspondientes, no se ha tomado ninguna acción concreta.
“Si las autoridades actuarán de manera correcta, con esta información que yo te estoy dando sería suficiente para clausurar. No hay negociación. Todos deben operar de manera legal”.
Según Cancino, las empresas responsables no cuentan con los permisos ni estudios requeridos. “Hemos investigado cómo están las trituradoras y nos hemos encontrado que no cumplen con los requisitos que exige la norma. No tienen estudios de impacto ambiental, ni de manejo de residuos, ni dictámenes de Protección Civil. No tienen estudios de salubridad que aseguren que el aire en esta zona es de buena calidad”.
Incluso, informó que existe un monitoreo del aire en la Escuela de Veterinaria que ha detectado altos niveles de contaminación.
“La situación se ha hecho insoportable para los vecinos. Y las autoridades que han venido no han resuelto el problema. Hay mucha simulación en el manejo”, acusó.
En este contexto, el ciudadano afectado hizo un llamado a la ciudadanía para sumarse a la defensa de lo que aún queda: “Este cerro son los pulmones de toda la ciudad. Lo están acabando, es un ecocidio”.