El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado la revocación de 13 rutas operadas por aerolíneas mexicanas hacia su territorio, así como la cancelación tentativa de todos los vuelos combinados de pasajeros y carga desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) hacia Estados Unidos. Esta medida, citada por Reuters, congela el crecimiento de los servicios de "belly cargo" entre México y Estados Unidos desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) “Benito Juárez”, y cancela vuelos actuales o previstos de Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus.
La decisión impacta directamente al AIFA, ya que los servicios propuestos por Viva Aerobus entre este aeropuerto y varias ciudades estadounidenses como Austin, Nueva York, Chicago, Dallas, Denver, Houston, Los Ángeles, Miami y Orlando han sido desaprobados. De igual manera, el servicio actual de Aeroméxico entre el AIFA y Houston y McAllen, Texas, ha sido revocado.
Un funcionario estadounidense justificó la medida argumentando que México "canceló y congeló ilegalmente vuelos de transportistas estadounidenses durante tres años sin consecuencias". Asimismo, se propone prohibir a las aerolíneas mexicanas de pasajeros transportar carga aérea entre Ciudad Juárez y Estados Unidos en aproximadamente tres meses.
El funcionario, identificado como Duffy, declaró: "Hasta que México detenga los juegos y cumpla con sus compromisos, seguiremos exigiéndoles cuentas. Ningún país debería poder aprovecharse de nuestras aerolíneas, nuestro mercado y nuestros pasajeros sin sufrir repercusiones". También advirtió que el incumplimiento continuado de México "puede afectar a los planes de viaje de los ciudadanos estadounidenses", aconsejando a los pasajeros contactar a sus aerolíneas para información de reubicación.
Entre las rutas desaprobadas se encuentran también el servicio de Aeroméxico entre Ciudad de México Juárez y San Juan, y el servicio de Volaris entre Juárez y Newark, Nueva Jersey.
Esta situación se suma a un antecedente reciente del 10 de octubre de 2025, cuando Delta Air Lines y Aeroméxico impugnaron una decisión del Gobierno de Donald Trump que les ordenaba disolver antes del 1 de enero de 2026 una empresa conjunta que les permitía coordinar programación, precios y capacidad para vuelos entre ambos países. Ambas compañías presentaron un recurso legal contra la decisión del Departamento de Transporte de Estados Unidos ante el Tribunal de Apelaciones del Undécimo Circuito.








