QUINTANA ROO. En la Ribera de Río Hondo, municipio de Othón P. Blanco, José Antonio Delgado González, conocido como “Felipillo” y líder cañero de la región, fue hallado sin vida el pasado 7 de agosto con visibles signos de violencia en las inmediaciones de Álvaro Obregón Viejo, pocos días después de haber sido levantado por sujetos armados.
La víctima había desaparecido desde el pasado 3 de agosto, sin que existiera denuncia formal de su desaparición ante la Fiscalía General del Estado. Esta omisión alimentó rumores de encubrimiento, mientras la comunidad permanecía en silencio, sometida por el miedo.
Sin embargo, antes de ser ejecutado, el propio “Felipillo” alzó la voz a través de sus redes sociales. En un video difundido días antes de su asesinato, responsabilizó directamente a un sujeto identificado como Manuel Pacheco, de cualquier cosa que pudiera ocurrirle.
En esa grabación denunció que estaba siendo amenazado por Pacheco, a quien señaló no sólo como su posible verdugo, sino como el autor intelectual del asesinato de su propio padre, crimen que hasta la fecha permanece impune.
Según sus propias palabras, Pacheco lo mantenía en la mira tras haberlo exhibido en redes sociales como supuesto invasor de parcelas pertenecientes a mujeres en situación de vulnerabilidad. El conflicto, explicó “Felipillo”, se intensificó luego de que denunciara públicamente estas prácticas presuntamente avaladas por el hijo de Manuel Pacheco, quien se desempeña como comisionado agrario.
Su caso se suma al del también líder cañero Evaristo Gómez, ejecutado hace algunos meses en circunstancias similares, y cuya muerte se atribuye al mismo grupo criminal que mantiene el control de la zona.
Organizaciones locales han advertido sobre el creciente dominio del crimen organizado en la Ribera del Río Hondo, donde líderes sociales, cañeros y agricultores son víctimas de amenazas, extorsiones y ejecuciones por negarse a cooperar con los intereses de grupos delictivos.
Hasta el momento, la Fiscalía General del Estado ha iniciado una carpeta de investigación bajo estricta reserva, dada la sensibilidad del caso y las implicaciones políticas y agrarias que podría acarrear.
La ejecución de “Felipillo” no sólo enlutó al sector cañero, sino que evidencia el estado de indefensión de quienes se atreven a denunciar públicamente a quienes hoy ejercen el poder desde las sombras.