Ciudad de México. ¡Un grito de gol que retumbó en Ciudad Universitaria! Cruz Azul sigue demostrando por qué es uno de los contendientes más serios del torneo al vencer 2-0 a Rayados y extender su impresionante racha invicta a 24 partidos en el Estadio Olímpico Universitario, su casa de alquiler. La Máquina Celeste no solo sumó tres puntos vitales, sino que también igualó a Toluca y Tigres con 32 unidades, ubicándose en el tercer puesto debido a la diferencia de goles.
El encuentro no fue apto para cardiacos y se complicó para la escuadra regia desde temprano. Oliver Torres, de Rayados, fue expulsado al minuto 24 tras una temeraria entrada sobre José Antonio Paradela, una decisión confirmada por el VAR que dejó a Monterrey con diez hombres. A pesar de la inferioridad numérica, Rayados se replegó intentando mantener su arco en cero. Sin embargo, la muralla albiazul se derrumbó al minuto 44, cuando el defensor cementero Jesús Orozco Chiquete se aventuró al ataque, recibió el balón en tres cuartos de cancha y soltó un disparo raso y cruzado que se anidó en la base del poste, desatando la euforia con el 1-0.
El segundo tiempo elevó la intensidad al máximo. La Máquina no bajó los brazos y estuvo cerca de aumentar la ventaja con disparos del 'Toro' Fernández (64’) y Jeremy Márquez (68’) que pasaron rozando el poste. Incluso, a Nacho Rivero se le anuló un gol al 65’. Pero Rayados, herido, reaccionó al 69’ exigiendo al máximo al portero Kevin Mier, quien se lució con un par de atajadas providenciales ante los embates de Germán Berterame y Lucas Ocampos.
El guardameta de Rayados, Luis ‘Mochis’ Cárdenas, también se vistió de héroe en los minutos finales, ahogando los gritos de gol con impresionantes atajadas a disparos de Carlos Rodríguez (90+3’) y Luka Romero (90+4’). Pero ni él pudo evitar el desenlace. En el minuto 90+6’, Ángel Sepúlveda fue habilitado entre líneas y, con una definición a quemarropa, sentenció el 2-0 definitivo.
¡Cruz Azul se consolida como un gigante en esta temporada! Con cada partido, La Máquina demuestra su poderío y deja claro que está más que lista para pelear por el título. La afición cementera puede seguir soñando, porque en Ciudad Universitaria, su equipo es simplemente... ¡imbatible!








