TABASCO. A casi una semana del derrame de hidrocarburos que contaminó las costas de Paraíso, las actividades de más de 1,500 productores y los servicios de decenas de negocios turísticos se encuentran prácticamente paralizadas, ya que el crudo y el aceite alcanzaron la Laguna de Mecoacán y las playas, afectando manglares, bancos ostrícolas y los ingresos de balnearios y restaurantes.
“Una vez que se hizo evidente la presencia de chapapote en la zona costera, nuestra actividad se desplomó”, acusaron pescadores, ostricultores y restauranteros.
Según Saúl Santos de la Cruz, presidente de la Cooperativa de Acuicultura y Turismo El Chenake, los pescadores notaron la presencia de hidrocarburos desde hace 15 días, situación que los hizo parar labores desde entonces y perder ocho redes que les costaría reponer casi 30 mil pesos.
De acuerdo a don Saúl, sobre la Laguna Mecoacán trabajan al menos 30 lanchas, entre pescadores libres y de cooperativas, mismas que estarían reportando pérdidas parecidas.
Por lo pronto, “la indicación de las autorizaciones federales es que se evite el ingreso a estás áreas de esparcimiento hasta nuevo aviso, en tanto se realizan las labores de limpieza”, afirmó a Sintexto, Ingrid Elena Barajaus Torres, integrante del Grupo Interdisciplinario de Atención a Visitantes del Ayuntamiento de Paraíso.
Al menos en Playa Sol, dijo que las visitas bajaron desde el pasado domingo; en este punto, sólo algunas familias decidieron permanecer en las palapas, pero sin ingresar a las aguas del Golfo de México por la presencia de contaminantes.
"Desde ese momento recibimos la instrucción de la Presidencia Municipal que si la gente llegaba no se les cobraría ingresos, palapas o usos de inmuebles. Pero con la advertencia de no meterse a bañar", señaló Barajaus Torres, quien confió que para el próximo fin de semana estas áreas ya puedan estar en óptimas condiciones para recibir a los bañistas.
Estimó que son al menos seis puntos playeros los que se encuentran cerrados al público, en tanto Petróleos Mexicanos realiza labores de recolección del hidrocarburo, con el uso de maquinaria pesada sobre las costas paraiseñas.
Las áreas de mayor afectación fueron Playa Sol, Brisas de Paraíso, Nuevo Paraíso, Playa Dorada, Playa Palmar y Playa Bruja. Estas son las que aún permanecen con restricciones y bandera negra desde el pasado fin de semana, como parte de los protocolos de seguridad implementados por la Secretaría de Marina y el Instituto de Protección Civil del Estado.
El equipo de Sintexto efectuó este jueves un recorrido por la zona costera, donde se comprobó la presencia de personal de Pemex ejecutando acciones de limpieza; sin embargo, todavía se observan residuos de crudo sobre la arena y toda la línea costera del municipio, además de grumos y estelas de aceite esparcidas en la Laguna de Mecoacán y los manglares.
ADMITEN RESPONSABILIDAD
De acuerdo con un comunicado de Petróleos Mexicanos, el derrame fue originado por dos fugas ocurridas en un ducto que transporta aceite de la plataforma Akal-C a la Terminal Marítima de Dos Bocas. Según la empresa pública, por medio de un mapeo se divisó que una parte del volumen de hidrocarburo se desparramó hacia la terminal, en un área de afectación de aproximadamente siete kilómetros.
No obstante, la mezcla espesa de chapopote y aceite está extendida en un perímetro de más de 17 kilómetros de litoral, alcanzando áreas de alto valor ecológico e incluso playas del municipio de Centla.
En la zona existen señales visibles de contaminación en el Área Natural Protegida (ANP) de la Laguna de Mecoacán, donde se asientan los paradores turísticos de El Bellote y Puerto Ceiba, en el que productores reportan pescados y jaibas muertas, además de bancos de ostión afectados; mientras que los restauranteros se quejan de la baja afluencia de comensales en sus establecimientos.