Durante la conferencia de prensa para festejar un cuarto de siglo de carrera, el tenor Arturo Chacón-Cruz informó que el próximo 8 de junio se presentará junto con el Coro y la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, con quienes interpretará una cuidada selección de arias, intermedios y piezas sinfónicas.
El tenor recordó que hace años, al partir de Hermosillo le dijo a su padre: "Yo voy a cantar un día en Bellas Artes".
La respuesta que recibió entonces fue: "Mijito, no te pongas metas tan altas", rememoró el intérprete este lunes, entre risas, durante la conferencia de prensa para anunciar la gala.
Esto sucederá precisamente en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, que un joven Chacón-Cruz (Sonora, 1977) conquistó muy pronto con su voz pese a los comentarios de su padre.
"Es como una sesión fotográfica de mi trayectoria, de mi alma, de mis gustos musicales", comentó el tenor, diciéndose honrado, agradecido y conmovido de poder celebrar en el recinto capitalino.
La función arrancará con Nessun dorma, aria del acto final de la ópera Turandot, y continuará con otras piezas también de Puccini, Bizet y Verdi, entre otros compositores clásicos, para luego seguir con zarzuela y rematar con temas de figuras nacionales como Agustín Lara, José Alfredo Jiménez y hasta José José.
Así es como Chacón-Cruz lo ha preparado teniendo en cuenta el gusto del público local, a diferencia de algunos colegas suyos que van por el mundo repitiendo el mismo programa en cada sitio que visitan, según ha observado.
"Creo que está muy bien llevar música hermosa, pero hay un escalón más cuando conectas con el público, cuando sabes sus gustos, cuando sabes su historia, su vibración, su energía; es más especial la conexión que logras al traer un repertorio curado específicamente para esa audiencia", sostuvo el sonorense.
Chacón-Cruz considera que si se va a cantar un repertorio mexicano; "tiene que ser auténtico, natural, franco", remarcó en la conferencia.
"Ese es mi reto cada vez: mantener mi voz, que es operática, que es instruida, pero mantener también esa franqueza y esa conexión con lo real, con lo verdadero mientras se canta", dijo el tenor, quien este 23 de mayo será condecorado en su ciudad natal con la Medalla Emiliana de Zubeldía, quien fue la estricta maestra de piano que inculcó disciplina a los maestros del sonorense.
En este momento, Chacón-Cruz se dice más optimista que nunca respecto al panorama de la ópera en México tanto por lo que percibe en su trato con autoridades del INBAL como por el éxito de Rigoletto, que actualmente presenta la Compañía Nacional de Ópera (CNO), y donde el sonorense encarna al Duque de Mantua.
Durante el estreno el jueves pasado, las palmas del entusiasmado público lo hicieron que saliera de nuevo a escena para entonar La donna è mobile, y por un instante pensó: "Diosito, ¿voy a poder hacerlo dos veces?, ya estaba difícil la primera", confesó el tenor.
"Pero bueno, salió, y salió muy bien. Poder ser el primer Duque en hacer bis ya queda un poquito de legado para las generaciones próximas".
Entre los roles que próximamente estará debutando están Luigi, de Il Tabarro, y Dick Johnson, de La fanciulla del West; "vamos poco a poco llegando a los papeles que soñé", confió quien recibiera la primera oferta para cantar en Turandot hace 17 años, y prefiriera esperar hasta que tuvo 45.
Para Otelo, ópera de Verdi, le han llegado ya tres o cuatro ofertas, y su respuesta es: "Nos esperamos unos añitos más", sin temor a que se le escapen las oportunidades.
"Creo firmemente que el miedo nunca va a ser una brújula. La brújula tiene que ser el amor, la fe, el trabajo; y yo sé que si trabajo, estudio, me presento bien, va a haber trabajo, va a haber éxito. El miedo nunca me ha servido, y claro que lo he tenido y a veces he titubeado, pero no. He aprendido que eso no es (útil)", subraya.
Los boletos para la gala por sus 25 años de trabajo ya están a la venta, con costos entre los 600 y los 2 mil pesos.