Tabasco.- Comerciantes y locatarios de la calle Madero, a un costado de Del Sol, Centro, reportan bajas ventas desde el cierre de esta sucursal, “El Del Sol traía a la gente por sus precios, por sus ofertas” dice uno, ahora viven al día y con incertidumbre, teniendo que cerrar más temprano, aunado a esto, la inseguridad, creen, ha dado como resultado que desde temprano no haya mucha clientela.
La catástrofe llegó el pasado 01 de septiembre en el que la tienda Del Sol en la sucursal del Centro Histórico de Villahermosa sufrió un incendio que se propagó durante toda la tienda y obligó a cerrar la zona durante dos días, la señora Alejandra, que vende peluches y juguetes a un costado de la estructura ahora cerrada, relata para Sintexto que a los dos días de haber re abierto comenzó a filtrarse el agua en el techo, además de que comenzó a surgir un olor feo en esa parte de la calle, lo que hacía que la gente evitara pasar por el lugar.
Dos locales de un vecino vendedor permanecen cerrados “Hoy no vino, ya hay días que no viene”, dice, esto por las bajas ventas.
Un vendedor de pilas para calculadoras, relojes y demás, Gerardo Rodríguez Flores reitera la situación, en la que asegura que Del Sol era la tienda que más atraía gente a la zona, “Sin Del Sol aquí el Centro se muere”, lo que ha dado como resultado que la sucursal que se encuentra cercana al Parque la Paz sea la que mueva a los clientes a otra zona.
“Desde que se quemó la tienda, las ventas bajaron en más de un 80 a 90%, casi todas las tiendas así están laborando con muy bajas ventas”, relata.
Por su parte, Daniel Escamilla, vendedor de lentes, gorras, guantes y calcetines se ha plantado en este lugar durante más de 30 años para poder llevar sustento a su familia, cuenta que antes de este accidente mucha gente de afuera, de los municipios aledaños al Centro llegaban a comprar, sobre todo, los fines de semana, que eran los días en los que se recuperaba la venta que no habían logrado hacer durante la semana.
“Los fines de semana ahora están bajísimos, las personas que eran de municipios venían aquí”, explica, al tiempo que afirma que la situación es peor que en pandemia.
Tanto él como Alejandra secundan en que desde antes del incendio, las ventas ya habían bajado un buen porcentaje, por el tema de la inseguridad, en el que se hizo casi inexistente la venta en horas nocturnas, por la nula afluencia de la gente, en el caso de Alejandra, aunque se trata de ir de noche se une a sus compañeros al retirarse a las 6 y media o 7 de la noche, porque el lugar se queda muy solitario y con poca luz.
Incluso, ha pensado en cerrar, ya debe un mes de la renta de su local y no cree que la situación vaya a mejorar, “aunque siga vendiendo solo va a ser para pagar deudas”. Mientras, abre las puertas de su negocio, esperando que su día sea mejor que el anterior.