TABASCO. El dirigente estatal del PRD, Rafael Acosta León, acusó al gobernador Javier May Rodríguez de utilizar recursos públicos para promover su imagen bajo el pretexto de informes trimestrales, los cuales afirmó son ilegales y constituyen actos de propaganda disfrazada.
El líder perredista señaló que su partido mantiene una denuncia contra estos eventos ante la Sala Regional Xalapa del Tribunal Electoral.
“El próximo 6 de julio, nuevamente el titular del Poder Ejecutivo va a violentar los preceptos legales de nuestro Estado y del país, porque supuestamente rendirá un informe trimestral. No estamos en contra de que se informe al pueblo, lo que rechazamos es que se usen los recursos del estado para posicionar la imagen de un funcionario, eso lo prohíbe la ley”, sentenció Acosta León.
El perredista recordó que la legislación sólo permite un informe de gobierno al año, presentado ante el Congreso local, y con un periodo limitado de difusión.
Sin embargo, acusó al actual gobierno de Morena de desvirtuar esta norma y señaló directamente al magistrado Oswald Lara, a quien responsabilizó de haber avalado los informes anteriores con el argumento de que no hay proceso electoral vigente.
“La ley no distingue si hay o no elecciones, simplemente prohíbe el uso de recursos públicos para promocionar la imagen de funcionarios en funciones”, reclamó.
Además, Acosta León adelantó que el PRD realizará un "contrainforme" el próximo lunes a las 11 de la mañana, donde presentarán propuestas para la reactivación económica y denunciarán la falta de resultados reales en el estado.
“¿Qué nos van a decir? ¿Qué ya somos Dinamarca? Que los hospitales tienen atención de super lujo, que las quimioterapias están al 100%. No tienen nada que informar”, ironizó.
Como parte de sus declaraciones, el líder del PRD también condenó la violencia en Tabasco, calificando como “muy lamentable” el clima de inseguridad que atraviesa la entidad, ejemplificando con el reciente atentado que sufrió el párroco Héctor Alejandro Pérez en la colonia Gaviotas Sur.
“Hasta ahí hemos llegado, al punto en que ni los líderes religiosos están a salvo”, concluyó.