Este lunes 29 de septiembre, el mundo del fútbol mexicano se despide de una de sus figuras más emblemáticas: Jesús Corona. El guardameta, héroe del título olímpico en Londres 2012, vive el día después de su retiro, un momento agridulce para un profesional que dedicó su vida a la portería.
"Chuy" Corona, conocido por su temple y ocasionales arranques en la cancha, experimenta hoy la melancolía de un día que marca el inicio de una nueva etapa, lejos del esférico. Su carrera, marcada por momentos brillantes, culminó el pasado domingo con sus últimos 12 minutos como profesional con los Xolos de Tijuana, bajo la dirección de Sebastián Abreu, siendo sustituido por José Antonio Rodríguez en la que sería la última acción de su carrera deportiva.
La actuación estelar de Corona en la final contra Brasil en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 lo catapultó a la historia como una pieza clave de la victoria más importante del fútbol mexicano. Sus atajadas, combinadas con los goles de Oribe Peralta, sellaron el oro olímpico, un hito inolvidable.
A sus 40 años, en 2021, Corona demostró una elasticidad, capacidad de reacción y nivel que le permitieron ser titular en el primer título de liga de Cruz Azul desde 1997. Tras un par de años más con el equipo celeste, fichó con Tijuana en 2023.
Junto a Óscar Pérez, Oswaldo Sánchez y Guillermo Ochoa, Corona formó parte del cuarteto de los mejores guardametas del siglo en México, un talento que, a pesar de su potencial para Europa, se mantuvo en el país. En su último partido, fue sustituido por Rodríguez, su suplente en Londres 2012, manteniendo su portería en cero y asegurando una victoria de 2-0 para Xolos, que los colocó en el sexto lugar del Apertura.
"Un honor haber compartido contigo tantos años de Selección, Chuy. Te llevas el respeto y la admiración de todos. Éxito en tu nueva etapa", escribió Guillermo Ochoa, refiriéndose a uno de sus compañeros más entrañables en la Selección Nacional, con quien coincidió en los Mundiales de Alemania 2006, Brasil 2014 y Rusia 2018.
A pesar de algunos incidentes de violencia en la cancha que le costaron la participación en el Mundial de Sudáfrica 2010, la Copa América y la Copa Oro de 2011, Corona alcanzó su mejor momento deportivo tras ser titular en la Copa Confederaciones 2013. Sin embargo, un choque con Rodríguez lo privó de ser titular en un Mundial, la única carencia en su emblemática carrera.
Sus proezas de elasticidad, los penaltis atajados, el título en la Copa Oro 2009 y en los Panamericanos de Guadalajara, las glorias con Cruz Azul y, sobre todo, su hazaña olímpica, se proyectarán hoy como una película en la mente de Corona.
Hoy, Jesús Corona vive agradecido en su primer día después del retiro. A partir de ahora, comenzará una especie de segunda vida, con la tranquilidad y salud que le otorgan sus 44 años. Un legado exitoso y un recuerdo imborrable en la historia del fútbol mexicano.