Italia.- Gracias a una espectacular remontada con dos goles del mexicano Santiago Giménez, el Milan se impuso al Bolonia en duelo de la Jornada 36 de la Serie A.
Santiago saltó desde la banca a rescatar un partido en el que los jugadores del equipo rojinegro llevaron el apellido de sus madres como homenaje.
El doblete de Santiago, quien portó en su playera el apellido Zolotarchuck de su Madre María Bernarda, rescata al Milan dirigido por el portugués Sergio Conceição de una debacle en San Siro, en la antesala de la final de la Copa de Italia.
El Milan, octavo en liga con 60 puntos se enfrentará al mismo Bolonia, séptimo (62) el próximo miércoles 14 de mayo en el Estadio Olímpico de Roma con motivo de la Final de la Copa de Italia.
El equipo de Conceição, que en este 2025 no ha encontrado regularidad en su juego, tiene ante sí la posibilidad de ganar el segundo título de la temporada, tras la Supercopa lograda ante el Inter, además de la que sería su sexta Copa de Italia, trofeo que no gana desde 2003 (el Bolonia tiene 2, el último en 1974).
El Bolonia controló con criterio el balón en el primer tiempo e incomodó la portería de Maignan, una situación que se prolongó en el inicio de la segunda parte.
Orsolini anotó el 0-1 en el minuto 49 de juego tras un disparo precioso desde la frontal con dirección al segundo palo, imparable para Maigan, y que hizo saltar las alarmas en San Siro.
Desde entonces despertó el Milan, al menos en intensidad, porque hasta el minuto 70 no llegó la primera ocasión clara para los 'rossoneri' de parte de Joao Félix.
Tuvo que aparecer Santiago Giménez, quien entró en el 65, tres minutos después para con la izquierda y por debajo de las piernas del portero del Bolonia empatar el partido y animar a la parroquia milanista.
El mexicano agitó el partido y el equipo de Conceição lo notó, porque Pulisic completó la remontada en el minuto 79 tras empujar a la red el balón después de un rechace, lo que desató la euforia en el estadio.
Con el Bolonia volcado en ataque, volvió a aparecer Giménez para poner el 3-1 a placer y celebrar un doblete y un triunfo que significa más que tres puntos para el Milan, con la mente puesta en la final del miércoles.