Villahermosa, Tabasco. El gobernador Javier May Rodríguez elevado el tono del debate sobre los más de 4 mil millones de pesos en financiamientos contratados para el Proyecto Villahermosa 2030, que incluyen un nuevo Centro de Convenciones y el C5 de seguridad. Más allá de un argumento sólido sobre la necesidad y rentabilidad de la deuda, el mandatario optó por una agresiva descalificación contra sus críticos.
En entrevista desde su particular visión de la moral pública, May Rodríguez tildó a la oposición de carecer de "calidad moral" para cuestionar los créditos, sentenciando sin tapujos que "el mundo está al revés, ahora los rateros, los delincuentes acusan a quienes están trabajando".
Según el gobernador, quienes lo señalan del PRD son "los que se robaron el dinero", tienen "procesos" y sus "cuentas públicas" han sido reprobadas. Bajo este argumento evadió la discusión sobre la justificación de una nueva y cuantiosa deuda estatal.
Más allá del epíteto de "rateros" con el que los tildó, el mandatario los redujo a "comentócratas", minimizando su crítica y asegurando que "no representan nada" ante el pueblo, que le dio un mandato. En un desplante de superioridad retórica, el gobernador incluso se permitió dudar sobre si debería "bajar el nivel a ese nivel de debate".
En relación a la transparencia en la contratación del empréstito, prometida por May Rodríguez, aseguró que habrá "licitación pública nacional" y que en su gobierno "no hay corrupción, nadie se roba el dinero del pueblo". Sin embargo, la virulencia de su respuesta sugiere que el debate sobre la deuda se centrará más en las biografías de los críticos que en las finanzas públicas de Tabasco.








