El Salvador.- En un contexto de fuerte confrontación con el Gobierno de México por el multimillonario adeudo fiscal de 74 mil millones de pesos que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) le reclama, el empresario Ricardo Salinas Pliego ha utilizado sus plataformas sociales para exponer lo que sería un plan de gobierno si llegara a la presidencia. Sus propuestas, con un marcado tono de mano dura y eficiencia corporativa, surgen tras una reciente reunión con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, a quien ha elogiado.
Salinas Pliego ha manifestado que su prioridad absoluta sería "declararle la guerra a los criminales y usar toda la fuerza del Estado para poner orden inmediatamente en el país", una postura que evoca las controvertidas políticas de seguridad implementadas por el mandatario salvadoreño. En su visión, buscaría proporcionar seguridad y justicia igualitaria a todos los mexicanos, criticando a la vez el supuesto contubernio de la clase política con organizaciones criminales.
Además de la seguridad, el magnate plantea aplicar una filosofía de gestión empresarial a la administración pública. Sostiene que una nación debe ser operada como una empresa a la que se le exigen resultados, sin espacio para las excusas, demandando eficiencia de sus secretarios de Estado de la misma forma que lo hace con sus colaboradores. En este sentido, un buen gobierno debería garantizar que la infraestructura básica, como carreteras seguras, calles iluminadas y sin baches, esté asegurada para que la ciudadanía pueda dedicarse a trabajar y prosperar en paz.
Estas declaraciones se emiten mientras su conglomerado, Grupo Elektra, se encuentra enfrascado en varios litigios fiscales pendientes, intensificando el debate público sobre la influencia y la rendición de cuentas de los grandes empresarios en México. La propuesta de un "gobierno a la Bukele", lanzada en medio de su pugna con el SAT, profundiza la polarización del discurso político nacional.








