MISSISSIPI.- Un inusual accidente en una autopista de Mississippi, donde un camión que transportaba 21 macacos Rhesus se volcó, ha destapado un velo de misterio sobre la industria de investigación con animales en Estados Unidos, revelando cómo detalles clave de este tipo de incidentes a menudo se mantienen ocultos al público.

Hasta la fecha, tres de los monos que escaparon siguen sin ser capturados, y la búsqueda ha estado marcada por la confusión. Inicialmente, un informe policial describió a los primates como "agresivos" y portadores de enfermedades como el herpes. Aunque la Universidad de Tulane, donde los monos estuvieron alojados, luego afirmó que estaban libres de patógenos, el propósito de la investigación para la que eran utilizados y su destino final siguen sin estar claros.

El hermetismo en torno al suceso es notable. Las autoridades de Mississippi no han revelado ni el nombre de la empresa de transporte ni quién es el propietario de los animales. Por su parte, la Universidad de Tulane reconoció que los monos estuvieron en su Centro Nacional de Investigación Biomédica en Luisiana, pero se ha negado a identificar a sus dueños. La institución justificó su silencio aludiendo a contratos legalmente vinculantes que prohíben la divulgación de información, una práctica que, según la universidad, se lleva a cabo para garantizar la seguridad de los animales y proteger "información de propiedad".

Este secretismo ha generado una fuerte reacción por parte de defensores de los animales. Para organizaciones como PETA, la negativa de Tulane a identificar a su socio en el envío es "profundamente preocupante". Exigen respuestas a preguntas fundamentales: quién era el dueño de los animales, a dónde se dirigían y a qué riesgos de enfermedades pudieron haber estado expuestos los animales y, potencialmente, la comunidad, al estar atrapados en esta industria.

El accidente ha puesto en evidencia la opacidad con la que opera el transporte de animales de laboratorio, una faceta poco conocida de la investigación biomédica que, según los críticos, utiliza el argumento de la confidencialidad para ocultar detalles sensibles a la ciudadanía. Cinco de los 21 macacos a bordo murieron durante la búsqueda, y la causa de su muerte también permanece sin explicación.

Mientras los buscadores continúan peinando los campos, el misterio que rodea al accidente del camión de monos se convierte en un símbolo de la información clasificada y las preguntas sin respuesta que rodean a los animales utilizados para la investigación científica.