CHIAPAS. Poco más de 500 trabajadores de la construcción paralizaron la ejecución de la presa Chicoasén II que se lleva a cabo en el afluente del río Grijalva entre las presas Chicoasén y Malpaso, en el estado de Chiapas.

Los inconformes mencionaron que, desde la mañana de este lunes, el primer turno y todos los involucrados decidieron cerrar la entrada de la obra para exigir una mesa de diálogo a los de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), sin embargo, hasta el momento, se mantienen a puertas cerradas.

Exigen el derecho a elegir libremente a sus representantes sindicales, denunciando que los actuales dirigentes fueron impuestos sin el voto del personal obrero. También solicitan la recategorización de trabajadores que pese a desempeñar labores de oficiales, continúan registrados como ayudantes en nómina.

Otro de los reclamos fundamentales es el aumento salarial acorde con las condiciones de riesgo y el tiempo transcurrido desde la última actualización significativa en sus sueldos. Argumentan que desde 2015, cuando inició el proyecto, sus salarios ya no les alcanzan para comprar la canasta básica. También exigen la bonificación anual y la correcta aplicación del pago retroactivo.

Las trabajadoras denuncian discriminación en el acceso al empleo dentro del proyecto, por lo que piden la garantía de contratación equitativa en cumplimiento de la igualdad de género.

En materia de seguridad laboral, demandan el suministro adecuado de equipo de protección y herramientas necesarias para desempeñar sus funciones sin riesgos innecesarios. Asimismo, exigen mejoras en el transporte laboral, señalando deficiencias en los horarios que afectan a los turnos vespertino y nocturno.

Otro punto crítico es la garantía de atención médica adecuada, ya que han reportado la falta de asistencia en horarios nocturnos en caso de accidentes laborales. También solicitan la provisión de hidratantes y sueros para prevenir golpes de calor en condiciones climáticas extremas.

Los trabajadores demandan la destitución inmediata de varios representantes de la comisión obrera, a quienes acusan de no velar por sus derechos y de promover intereses personales y de cúpula. Asimismo, exigen garantías de que no habrá represalias contra quienes han levantado la voz en busca de condiciones laborales justas.

“Llevamos ya dos días paralizada la obra, la CFE no nos contesta, no estamos en contra del proyecto, lo que deseamos es que nos garanticen mejoras laborales y respeto a nuestros derechos. Si no hay solución esta semana, queremos la intervención del gobernador del estado de Chiapas para que nos atienda y se pueda generar una mesa de diálogo para resolver nuestras peticiones”, mencionó uno de los trabajadores del movimiento.