La ruta que el pueblo wixárika emprende anualmente para llegar al centro ceremonial de Wirikuta, a través de 20 sitios sagrados, está a un paso de ser inscrita en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Una superficie total de más de 500 mil hectáreas, a través de cinco Estados de la República, que obtendría un grado de protección internacional contra el extractivismo y la depredación cultural y ecológica.
La inscripción en esta prestigiosa lista está siendo analizada en el marco de la 47 reunión del Comité de Patrimonio Mundial del organismo especializado de la ONU, que arrancó en París el 6 de julio.
Con ello, culmina una pugna iniciada desde 1998 por comunidades del pueblo wixárika, con el apoyo de la organización Conservación Humana, A. C.
"Debo hacer énfasis en que ésta no es una postulación del Gobierno de México", declaró al respecto Francisco Vidargas, titular de la Dirección de Patrimonio Mundial del INAH, en entrevista desde París.
"El Gobierno la presenta a la UNESCO, pero es una postulación, una idea, emanada directamente del pueblo wixárika", precisó.
Por ello, los 20 sitios sagrados comprendidos en la ruta fueron seleccionados exclusivamente por autoridades wixaritari, como dicta la tradición ancestral que se mantiene hasta la fecha.
Esta ruta, de acuerdo con la carpeta de postulación, atraviesa por los estados de Nayarit, Jalisco, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí.
"Ellos fueron los que decidieron qué sitios quieren que se inscriban y los que decidieron cuál recorrido, porque hay muchos ramales para llegar a Wirikuta", observó Vidargas.
En lengua wixárika, esta ruta se conoce como Tatehuarí Huajuyé, que se traduce al castellano como el "Camino de nuestro abuelo fuego".
Anualmente, esta peregrinación sigue el camino que, de acuerdo con las cosmogonías wixaritari, fue trazada por los ancestros de los hombres, en su camino para presenciar el nacimiento del Sol en el desierto sagrado de Wirikuta.
En términos de la geografía actual, esta ruta comienza en el sur de la Sierra Madre Occidental, en Jalisco, y avanza hacia el noreste, atravesando Zacatecas, hasta llegar a Wirikuta, ubicado en la cima del Cerro El Quemado, en San Luis Potosí.
El camino concluye hacia el lado contrario, en la costa de Nayarit, y en Cerro Gordo, Durango.
Para poder inscribir íntegramente este trayecto vivo en la lista, la postulación realizada por México ante la UNESCO se hizo a través de la figura de un "bien en serie", por lo que quedan protegidos los 20 sitios sagrados que se ubican en el camino.
De acuerdo con los lineamientos del organismo internacional, todos los bienes en la lista de Patrimonio Mundial deben demostrar que poseen un Valor Universal Excepcional, con el cumplimiento de, al menos, 1 de 10 criterios posibles.
La postulación se sustenta en el tercer criterio, pues aporta "un testimonio único, o al menos excepcional, sobre una tradición cultural o una civilización viva o desaparecida".
También en el sexto, pues la ruta está directa y materialmente asociada con tradiciones vivas, ideas, creencias y obras artísticas con una importancia universal excepcional.
Luego de una evaluación exhaustiva y presencial, el Capítulo Internacional del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) recomendó que la ruta wixárika fuera inscrita en la lista.
"Esto abre la puerta, ya es el 'pasaporte', digámosle así, para que el Comité de Patrimonio Mundial decida su inscripción", informó Vidargas.
En los próximos días, 20 países con voz y voto -excluyendo a México, en este caso- decidirán su inclusión, hecho que el INAH da por sentado y calcula que podría ocurrir el próximo sábado o domingo.