Este sábado 5 de julio, el Museo de Arte Carrillo Gil abre al público la exposición “Las cosas sencillas”, que hace un recorrido por la trayectoria de la reconocida artista mexicana Yani Pecanins.
El montaje abarca más de cuatro décadas de producción creativa, desde su trabajo editorial y de archivo –con sus representativos libros de artista– hasta el arte objeto en el que enfrascaba su propia casa, sus memorias y sus afectos.
“La exposición tiene la virtud de haber recordado que los proyectos curatoriales levantan muchos afectos y que desde ese sentimiento también se puede trabajar. Es una exposición muy emblemática”, aseguró la directora del recinto Marisol Argüelles.
“Yani Pecanins. Las cosas sencillas” genera un diálogo y narrativas diferentes, a través de la curaduría de Luis Orozco, que incluyó piezas propias y de otros artistas, así como textos de profesores, que dan una perspectiva diferente de la obra de Pecanins.
Los visitantes son recibidos por una fotografía de Pecanins en la cocina de la casa de su madre, Teresa Pecanins, en la que se fundó Cocina Ediciones en 1977, dedicada a libros de artistas como Gilberto Aceves Navarro, Magali Lara, Vicente Rojo y Brian Nissen, entre otros.
El recorrido sigue tres ejes: la casa, el archivo y el libro, en los que se aprecian sus publicaciones de artista, como El viaje en zeppelin; instalaciones, objetos intervenidos, fotografías, correspondencias y piezas inéditas que dan cuenta de su capacidad para hacer del arte un acto íntimo, político y profundamente vinculado a la escritura y la edición independiente.
La exposición reúne piezas provenientes del archivo personal de la artista, así como de colecciones públicas y privadas.
Construida, como menciona Argüelles, a través de los afectos, “Las cosas sencillas” es un paseo por los rincones de la casa, una casa vista por Pecanins como un lienzo de intervención artística y resguardo de memorias.
“Siempre hay una referencia a la casa, desde Cocina Ediciones, o en el caso de El Archivero con el resguardo de los afectos y la memoria, así como la parte de intimidad con los objetos que realiza más adelante en su carrera”, expresa Fernanda Ramos, quien encabezó el equipo curatorial del MACG.
Añade, “la exposición se construye como una casa, como un espacio de resguardo, pero también un espacio en donde se construye identidad, una identidad que no se queda fija, sino que es como un organismo vivo”.
Y es que la cocina de la casa, en la colonia Condesa, por ejemplo, fue durante años un punto de encuentro para artistas, editoras y pensadoras; ese espacio doméstico-familiar es reimaginado en la exposición como una instalación viva que encarna las formas de cuidado y complicidad que sostienen la práctica de Pecanins.
El viaje sigue por fotografías, que retratan el quehacer editorial de la artista junto a Gabriel Macotela, Armando Sáenz y su hermano, Walter Doehner; por maleteros, textiles, frascos, cerámicas, planchas y zapatos entre otras piezas que regularmente compraba en La Lagunilla e intervenía con textos –propios y ajenos– con los que lograba llevarlas al terreno del arte.
Y es que la cocina de la casa, en la colonia Condesa, por ejemplo, fue durante años un punto de encuentro para artistas, editoras y pensadoras; ese espacio doméstico-familiar es reimaginado en la exposición como una instalación viva que encarna las formas de cuidado y complicidad que sostienen la práctica de Pecanins.
El viaje sigue por fotografías, que retratan el quehacer editorial de la artista junto a Gabriel Macotela, Armando Sáenz y su hermano, Walter Doehner; por maleteros, textiles, frascos, cerámicas, planchas y zapatos entre otras piezas que regularmente compraba en La Lagunilla e intervenía con textos –propios y ajenos– con los que lograba llevarlas al terreno del arte.
“Las cosas sencillas” propone una lectura coral y abierta de la obra de Yani Pecanins, que subraya su apuesta por lo fragmentario, lo efímero y lo hecho a mano como formas de resistencia frente a las narrativas dominantes del arte y la historia. En lugar de un relato cronológico, la muestra invita al público a habitar los pliegues, los silencios y las repeticiones que atraviesan su trabajo.