TABASCO.- La vida de decenas de pacientes de hemodiálisis en Tabasco continúa convertida en un calvario. La suspensión del servicio en clínicas municipales, una situación destapada por una denuncia en redes sociales de Karla Lucero Santiago, de Frontera, municipio de Centla, ha forzado a estas personas a realizar extenuantes viajes a Villahermosa -tres veces por semana- agotando no solo sus cuerpos, sino también sus ya mermados bolsillos.
Esto, a pesar de las reiteradas promesas del Instituto de Seguridad Social del Estado de Tabasco (ISSET) de restablecer la atención —inicialmente en dos semanas, luego en un mes— la espera ya supera el mes y medio. "Primero dijeron dos semanas, luego un mes, y ya vamos para el mes y medio gastando 1,500 pesos semanales en pasajes para hemodiálisis en Villahermosa", detalla Karla Lucero en su denuncia, visibilizando la carga económica que esto representa.
Con una mezcla de indignación y desesperación, la pregunta que resuena es: "¿Cuándo nos regresarán a nuestras clínicas?".
La situación es especialmente crítica para quienes viajan desde municipios lejanos como Tenosique, soportando trayectos de hasta tres horas después de un tratamiento que, como subraya Karla, "es agresivo para el cuerpo". "No todos tenemos carro particular; imagínense salir exhaustos y viajar tres horas para llegar a casa", añade, poniendo de manifiesto el desgaste físico y emocional que esto implica.
Las condiciones en el Centro Regional de Villahermosa, donde los pacientes son atendidos temporalmente, están lejos de ser óptimas. Karla denuncia la precariedad del servicio, explicando que "no hay medicamentos si te sientes mal, y las enfermeras del ISSET están aprendiendo a usar las máquinas, que son de otro modelo". La gravedad de la situación se evidenció en un incidente reciente: "Ayer no terminé mi tratamiento porque se formaron coágulos en la máquina; las enfermeras no están capacitadas", revela, subrayando los serios riesgos para la salud de los pacientes.
Promesas incumplidas y crudas realidades
La dureza de corazón de las autoridades estatales se evidencia al no atender la súplica de quienes tan sólo requieren interés por lo básico, como la atención médica a enfermedades y a los pacientes que dependen de este servicio para sobrevivir. A mediados de mayo, Rodolfo Lehmann Mendoza, director del ISSET, había anunciado con cierto optimismo que el servicio en municipios como Centla, Jalapa, Cárdenas, Emiliano Zapata y Tenosique se reanudaría "en unos días" tras la renovación de equipos.
Sin embargo, la realidad contradice estas afirmaciones: "No han hecho nada en las clínicas de hemodiálisis", sentencia Karla, evidenciando la brecha entre las declaraciones oficiales y la situación en el terreno, quien ha convivido con personas de varios municipios que acuden a hospitales de Villahermosa para ser atendidos. Ni buen servicio, ni medicamentos, ni sensibilidad para quienes hacen malabares para conseguir el dinero que se requiere para el traslado, para comer algo después de salir para no desmayarse, para soportar la hora y media de camino en una combi en la que regresa Karla a casa, agotada.
En contraste, Manuel Adalberto Pérez Lanz, coordinador estatal del IMSS Bienestar, presumió mejoras en el Hospital Regional de Alta Especialidad “Dr. Juan Graham Casasús”, donde la capacidad de máquinas de hemodiálisis se amplió de 26 a 41. No obstante, esta promesa se ve empañada por la realidad: solo 22 equipos funcionan, ya que el resto de los espacios no están habilitados. "Hay pacientes que ya no llegan por falta de dinero para viajar", lamenta Karla, exponiendo cómo la falta de soluciones agrava la crisis.
Hostigamiento y resistencia indoblegable
La valentía de Karla Lucero al alzar la voz no ha sido gratuita. "Ya empezaron con amenazas e insultos los troles del ISSET", confiesa, denunciando el hostigamiento en redes sociales para que retire sus publicaciones.
A pesar del temor, su compromiso permanece inquebrantable. "Hablo por mí y por mis compañeros; es injusto lo que vivimos, especialmente para quienes vienen desde Tenosique", afirma. Con un mensaje directo al Dr. Lehmann, implora: "Póngase en nuestro lugar y solucione esto pronto", finaliza.










