México se encamina hacia un panorama económico desafiante para los ahorradores. A partir del 1 de enero de 2026, la tasa de retención del Impuesto Sobre la Renta (ISR) sobre los intereses generados por el ahorro en instituciones financieras se disparará del 0.50% actual al 0.90%. Esta medida, incluida en la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación como parte del Paquete Económico 2026, representa un aumento cercano al doble y afectará directamente los rendimientos netos de millones de mexicanos.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) justifica este incremento basándose en "expectativas macroeconómicas y de mercado". Sin embargo, para los ciudadanos, la realidad es un golpe directo a su capacidad de ahorro y una reducción de sus ingresos disponibles. La administración de Claudia Sheinbaum busca fortalecer los ingresos públicos, pero lo hace a expensas de los ahorradores, sumándose a otros aumentos como el IEPS a refrescos y cigarros.
El aumento del 0.5 al 0.9 por ciento en el impuesto al ahorro podría afectar a entre 80 y 105 millones de cuentas que generan algún tipo de interés, advirtió el diputado del PAN, Héctor Saúl Téllez.
Un historial de ajustes y una tendencia preocupante
Es importante recordar que, si bien en 2025 no hubo modificaciones en este impuesto, la tendencia de los últimos años muestra un ajuste sostenido. En 2023, la tasa era de apenas 0.15%, y aunque en 2024 se planteó un incremento de hasta 1.48% que no prosperó, la actual propuesta de 0.90% representa un salto significativo que impactará principalmente a los ahorradores pequeños y medianos.
¿Cuánto te costará ahorrar?
La medida es simple: por cada mil pesos de capital que generen intereses, la institución financiera retendrá nueve pesos como pago anticipado del ISR. Esto significa que si actualmente por un ahorro de $10,000 se retienen $50, a partir de 2026 serán $90, una diferencia de $40. Para un ahorro de $100,000, la retención pasará de $500 a $900, resultando en $400 menos en el bolsillo del ahorrador.
Impacto y posibles reacciones
Analistas económicos advierten que este escenario podría llevar a muchos ciudadanos a buscar alternativas para su dinero, moviéndolo hacia instrumentos financieros que no estén sujetos a este tipo de retención o incluso fuera del sistema bancario formal. Esto podría tener consecuencias negativas para la bancarización y la inclusión financiera en el país.
Según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2024, más de 54.5 millones de mexicanos cuentan con algún tipo de cuenta de ahorro, lo que representa el 63% de la población de 18 a 70 años. Este amplio universo de ahorradores será el principal afectado por la nueva disposición.
En un contexto donde la inflación y la incertidumbre económica persisten, gravar aún más el ahorro envía un mensaje desalentador a la población y podría desincentivar la cultura del ahorro, fundamental para la estabilidad económica personal y nacional. La medida, aunque provisional y sujeta a ajuste anual del ISR, plantea serias dudas sobre el compromiso del gobierno con la protección del poder adquisitivo y el fomento del ahorro entre sus ciudadanos.