Tabasco.- A kilómetro y medio de la ranchería Lázaro Cárdenas 1ra Sección, Villahermosa, se encuentra la Terminal de Almacenamiento y Distribución de Petróleos Mexicanos (Pemex), con sus Terminales de Almacenamiento gigantes, las cuales reflejan una de las industrias mexicanas más favorecidas históricamente, cuna de la industria petrolera en el país, proveedor de miles de empleos en el estado y de presencia internacional, pero a un costado, hay otra realidad la del basurero municipal.
La ranchería vecina se las tiene que arreglar para transitar por calles de tierra con baches y con dificultades para transportarse fuera de la comunidad por falta de transporte público.
“Ya van como 25 o 30 años que lleva la carretera así, hubo un tiempo que sí hubo pavimento, pero como entran los tráileres de las empresas a tirar residuos, se fue rompiendo hasta lo que es hoy” dice el señor Rosario Pérez Hernández, pepenador de la comunidad.
Es así como esta ranchería se ha convertido en una localidad abandonada y olvidada, por aquí transitan diariamente niños de camino a la escuela, en autobuses y combis que ya no quieren pasar por el lugar por las paupérrimas calles.
El alumbrado público es otra necesidad en la comunidad, la cual suele ser deficiente en gran parte del año, sobre todo en la temporada de lluvias, acusan los habitantes.
María de los Santos Solís, nativa del lugar narra cómo la mayoría de sus conocidos nació y creció ya con el basurero municipal a un lado, pese a este tráfico constante de los pesados carros, el apoyo municipal no llega, también explica que ya se acostumbraron a los olores fuerte y nauseabundos que provienen del basurero, “hay enfermedades, pero igual el cuerpo se acostumbra, describe, agarra más a los niños, principalmente de calentura, diarrea y tos”, dice.
Describe como llevan 22 años pidiendo carretera, pero no les hacen caso… “Dicen que sí la van a arreglar, pero hasta la fecha no”.
Por su parte, Francisco Reyes, pepenador del lugar describe cómo el transporte público no quiere entrar a la ranchería por miedo a dañar sus unidades, “Tienen las calles despedazadas, los pochis se rompen, Las combis no quieren dejarte hasta tu casa, no quieren pasar, no son baches, son cuevas sobre las que tienen que pasar”, para él, estas exigencias son principalmente para beneficiar a los niños, que son las nuevas generaciones a las que vale la pena salvar.
Por su parte, Inocente Hernández García, delegado de la ranchería argumenta que “Esta es una zona marginada, que ha sido olvidada ya por los gobiernos, carecemos de los servicios básicos, no tenemos carreteras”, aclaró que no le echan la culpa al gobierno actual, sino a las administraciones pasadas, que utilizaron el lugar como basurero, pero lo que sí reclaman a la actual gestión es que en todo el año no han respondido a sus demandas, “hasta ahorita el gobierno actual nos ha mantenido a la espera, y no han venido hasta ahora”, finaliza.