Tabasco.- El sector del Cedral, ubicado en Gaviotas Sur, en el municipio de Centro, Tabasco, ha sido presa de uno de los problemas climáticos más graves previstos para la entidad en el futuro; el deslave en zonas cercanas al mar y a los ríos. Nueve casas y una veintena de personas son las víctimas de la intensa corriente del río en época de lluvias. Ahora, la Comisión Nacional del Agua intenta evitar el avance de las pérdidas.
Adalberto López, obrero chiapaneco, platicó para Sintexto como él y sus otros 4 compañeros, otro de Chiapas y los demás locales, llevan dos semanas trabajando en esta área colocando piedras para evitar que el agua siga llevándose más las zonas secas, sobre las que están asentadas casas. La más cercana a esta orilla, ahora está a 20 metros, la zona de tierra que se ha ido, oscila entre 40 y 60 metros.
Grandes piedras recubren la orilla, hasta ahora la extensión es de 300 metros, las cuales están recubiertos de piedras grandes de cuarzo. La barrera consiste en una barda recta y una inclinación de 45 grados que se encuentra ya debajo del agua, esto para evitar que las piedras se desplacen por la corriente.
En la ribera contraria se observa cómo, recientemente, se deslavó una parte de tierra, pero como en esa orilla no habitan personas no se realizarán trabajos para evitar el deslave por el momento.
“Ya le aventajamos bastante, si no aquí estuviera el agua hasta esta casa, donde estamos nosotros… ayer llovió y no llegó hasta esta casa, antes llegaba hasta esta casa cuando llovía”, explica el obrero sobre el avance de la obra.
Mientras tanto 3 familias se encuentran en la Iglesia Nacional Presbiteriana de México A.R Misión Monte de los Olivos, a tan solo unos metros de las casas que han perdido, ellos llevan 1 año y 2 meses esperando ayuda del gobierno, pero no hay respuesta, dice don Julio, chofer de combi. Ahora se resguardan en este templo una veintena de personas contando niños y adultos, 3 familias son las que viven fijas ahí, pero otras más llegan al lugar cuando llueve y el río sube su nivel y peligro, al aumentar la corriente.
Hace casi un año, Sintexto documentó cómo el río se había llevado seis casas, en ese entonces, Adriana Méndez describió cómo se desocupó una de las casas, que pidieron ayuda a Conagua pero les dieron largas, hasta después de un año y dos meses, colocan una barrera.