QUINTANA ROO. La impunidad de más de dos décadas en la entidad llegó a su fin para Vincenzo Salzano, de 67 años, quien fue detenido en Cancún por elementos de la Policía Federal Ministerial. Su arresto, bajo una orden de aprehensión de un Juez Federal, ha puesto en jaque a la clase política y empresarial del estado, que presuntamente le brindó protección para operar impunemente.
Salzano, de origen italiano y con residencia en Playa del Carmen desde hace más de 20 años, es señalado como el presunto líder de una célula de la 'Ndrangheta –la mafia calabresa–, en alianza internacional con "Los Zetas". Junto a su hermano Donato Salzano y sus hijos, utilizaban fachadas de negocios hoteleros, restauranteros y gimnasios para encubrir sus actividades criminales.
Vincenzo Salzano enfrenta cargos por operaciones con recursos de procedencia ilícita, lavado de dinero, fraude, falsificación y alteración de moneda. La detención se produce en un momento crítico, revelando la profunda infiltración de esta presunta red criminal en la economía y la política de Quintana Roo.
Esta no es la primera vez que Vincenzo Salzano se ve envuelto en problemas con la justicia. El 9 de octubre de 2013, fue detenido en el Aeropuerto Metropolitano de Baton Rouge, Luisiana, junto a su hijo Armando Salzano y su yerno Mohammad Iman Nekouie. En aquel entonces, las autoridades estadounidenses (ICE) encontraron 33 kilos de cocaína pura en un avión bimotor Beechcraft 58P. Aunque inicialmente todos fueron arrestados, solo Vincenzo Salzano permaneció en prisión tras declararse culpable del traslado del alcaloide.
La detención de Salzano en Estados Unidos ya había puesto al descubierto la magnitud de la organización criminal que presuntamente lidera en la Riviera Maya. Se les vincula con diversas vertientes del crimen organizado, incluyendo narcotráfico con un enfoque particular en el envío de cocaína de Cancún a Italia y lavado de dinero utilizando una compleja red de empresas para blanquear sus ganancias ilícitas.
También es señalado por operaciones de casinos clandestinos generando ingresos ilegales a través de juegos de azar no regulados, venta de autos robados y "chocolates" traídos desde Colorado, donde también se presume tienen inversiones y residencia.
La detención de Vincenzo Salzano promete ser un punto de inflexión en la lucha contra el crimen organizado en Quintana Roo, y se espera que las investigaciones posteriores revelen la extensión de su red de contactos y socios en la región.