TABASCO. Un grupo de parteras tradicionales indígenas de la zona Yokot’an de Buenavista, Tamulté de las Sabanas, denunciaron que fueron desplazadas y discriminadas por directivos del Centro de Salud de Servicios Ampliados (CESSA) de dicha localidad en el municipio de Centro, además sufren de discriminación de parte de los médicos, cuando en un inicio se acordó trabajar en conjunto en las labores de partos humanizados.
Explicaron que fueron violentadas a través de la norma oficial mexicana NOM-020-SSA-2025, que establece los requisitos para establecimientos de salud y el reconocimiento de la partería en la atención integral materna y neonatal.
Tiene como objetivo la formación de parteras profesionales y amplía su rol en la atención obstétrica. Esta norma busca fortalecer la atención materna y neonatal, permitiendo que las parteras puedan prescribir medicamentos básicos y atender partos de bajo riesgo en establecimientos de salud.
La partera tradicional Mariana de la Cruz García, de la comunidad de Buenavista segunda sección abundó, “desde que estaba en construcción el CESSA, a nosotros nos invitaron y nos dijeron que tendríamos oportunidad de trabajar allí como parteras, que auxiliaríamos a los médicos que están ahí, pero lamentablemente hasta el día de hoy no nos han dicho nada”.
“Somos un grupo de parteras que estamos inconformes, porque nada más nos engañaron y hasta el sol de hoy no nos han dicho nada. Sí es cierto, nos están capacitando cada tres meses, pero apenas este año comenzó y a veces no contamos con materiales suficientes para nuestra labor, para atender un parto no vas a necesitar una bolsita de gasa, sino guantes, gasas, alcohol, isodine, perillas, cintas métricas, pinzas, baumanómetro, algodones, para checar la calentura, para checar la presión, todo eso nosotros como parteras lo sabemos utilizar, pero no nos han dado”.
Dijo que la última entrega de materiales que fue mínimo, en su mayoría estaban caducadas, inclusive “algunas de mis compañeras cortan el ombligo (del bebé) con una navaja de rasurar, pero una navaja nueva, porque no tenemos pinza, no tenemos tijeras”.
Además -abundó- también nos prometieron que nos iban a dar un apoyo mensualmente a las parteras, pero hasta el día de hoy, nosotras como indígenas, no nos han tomado en cuenta, ni siquiera nos dan un ácido fólico, ni siquiera nos dan vitaminas, no pareciéramos humanos, no somos robots, nosotros somos humanos y nos enfermamos y necesitamos también vitaminarnos, porque nuestra labor también es pesada, porque nuestras pacientes acuden a nosotros primero”.
Acusó que en el CESSA Buenavista Yokot’an, “la inconformidad que nosotros tenemos también es que ahora ya no se están atendiendo a las embarazadas ni labores de parto, las mujeres que van a dar a luz en la noche, por el simple motivo de que ya cortaron ese servicio. Entonces, el servicio era antes, desde las 8 de la mañana, las 24 horas, pero hoy día, de 8 de la mañana hasta las 4 de la tarde”.
“Muchas pacientes se han venido a quejar con nosotros que ya no las atienden y si van al CESSA, nada más les dicen, ¿sabes qué mamacita? Váyanse al hospital porque allá las van a atender. Entonces, ahí los ven los pobrecitos, los esposos de las pacientes, buscando transporte a horas de la noche para que vayan a llevar a sus pacientes”.
Solicitaron a las autoridades de salud, “que por favor nos tomen en cuenta, que nos capaciten, que nos den nuestro apoyo, que nos den nuestro material, que cualquier cosa, que se vaya a atender partos, que nos avisen. No estamos pintadas tampoco, estamos aquí y todavía existimos”.
La partera tradicional María Ramón Payró de la Villa Macultepec, indicó que la capacitación las da cada tres meses una partera profesional llamada Reyna Narciso Cisneros, “el CESSA cuando nos da material, pero son caducados, necesitamos que nos den materiales utilizables. No sabemos por qué no quieren seguir con la atención del parto humanizado de las parteras en las instalaciones”.
Las 25 parteras que conforman el grupo, consideraron que estas acciones que se tomaron son violatorias de sus Derechos Humanos y discriminación por ser grupos de mujeres indígenas.
De la Cruz García, recordó que “en una ocasión firmamos una nómina y nos dijeron que esa nómina íbamos a firmar porque nos iban a dar un apoyo mensual, pero hasta el día de hoy no hemos visto nada claro. Y cuando vamos a la capacitación, que cada tres meses nos hacen firmar una lista de asistencia. Y no somos las únicas parteras que estamos aquí, sino que hay muchas parteras también de distintas comunidades”.
Indicó que son un total de 25 parteras que están registradas y que cuentan con capacitaciones de la Secretaría de Salud desde hace más de 30 años, esta labor tradicional en la zona indígena se sigue practicando con las nuevas generaciones, externó.
Lamentó que hasta la fecha no conocen a la directora del CESSA Yokot’an, Fabiola Carrasco Lara, a pesar de que han solicitado una reunión con ella para saber si el IMSS-Bienestar fue quien canceló el parto humanizado.