Tabasco.- El escritor y poeta, Lorenzo López, oriundo de Atasta, en la ciudad de Villahermosa, presentó una Plaquette -publicación de poesía breve y económica- traída por la editorial Ajaw, llena de inspiración en la que el autor vuelve a esos espacios propios del hogar, puertas, camas, que son ventanas al pasado, al tiempo que no olvida mirar hacia adelante, hacia la muerte.
El espacio en donde se desarrolló esta presentación fue el café Parissi, en la colonia Centro, coordinado por Jesús López, librero del Barrio Mágico, el invitado moderador fue Rodrigo Arteaga Portillo, maestro en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) en la división Académica de Ciencias Básicas (DACB), el autor de los libros ¿Los Elegidos de Dios? (1998), Rompe Cabezas (2002) y en 2025 su última publicación fue ¿Quién no ha Leído un Libro Tuyo? Mis Autores.
“Me interesó que Malasangre no se asuma como poeta a pesar de haber ganado varios premios de poesía... Disonantes es una despedida, angustiante remodelación de una casa en ruinas” dice Arteaga, tras declarar algo alarmante: que es un escritor que no lee poesía, pese a esto, al escuchar sobre Disonantes ahora vuelve a leer.
El autor, Lorenzo López, también llamado Malasangre entre sus allegados y el círculo de colegas que le rodean, ha estado en el Programa Nacional de Lectura y ha sido acreedor del Premio Estatal de Poesía Tabasco 2002, por Apuntes para Tentar al Infierno, el Premio José Carlos Becerra, igual en 2002, por la obra Atavismos del Caminante, entre otros.
“En esa figura, de esa imagen de esa casa inundada, surgió este texto... Imaginemos a la ciudad como eso, como un barco que está al centro del silencio, al centro de todo... Yo me quedé como un faro esperando respuesta ahí, esperando respuesta, y no tenía otra tabla de donde asirme más que de la palabra”, dice López sobre su relación con la escritura.
Esta presentación estuvo encausada para acercar al público a la obra vigorosa del tabasqueño, pero también, para que, a través de la venta de estas plaquettes, pueda recaudarse un poco de dinero para el tratamiento de quimioterapia de López, aquejado por el cáncer, “El boxeador incansable, que se defiende con sus palabras, sus palabras lo defienden, no tira la toalla tras las quimioterapias”, dice Arteaga sobre esta lucha que sostiene su amigo en medio de tan cenagosa dificultad.
En Disonantes los lectores podrán encontrar sino fantasías, sí recuerdos, una ventana, una cama, una puerta, objetos propios de toda casa que son tomados en cuenta desde la memoria, Lorenzo narra que el origen de estas letras surgen a raíz de la visita de la vieja casa de la infancia, de un estremecimiento con el paso del tiempo y con el estado de las cosas.
Es en Imposible Domesticar la Luz, Un Buen Día Despertamos, Con que en Esta Casa Nuestra, Volverse Sombra a la Luz que nos Precede, Habrá que Desarmar la noche, Todo Termina, Allá en la Noche, donde Lorenzo no solo vuelve el rostro a las huellas del pasado sino que en su adaptación al presente, acepta la imposibilidad de re habitar ciertos espacios o lugares.
“Un buen día de estos, nos damos madura cuenta de que toda corta realidad termina con los largos sueños”, dice en Un buen Día Despertamos con que en Esta Casa, en donde va y regresa por lugares que rememora, para terminar buscando y añorando esas escenas infantiles de noche, amaneceres y lluvia, que se observan solo desde dentro de la casa.