Durante la gala “Elisa y amigos”, que se presentará el próximo 27 de mayo en el Auditorio Nacional, la bailarina de ballet más reconocida a nivel internacional, Elisa Carrillo Cabrera, interpretará en México la pieza “Bolero”, coreografía de Maurice Béjart (1927-2007).
La recién nombrada directora de la escuela de ballet John Cranko Schule Stutgart, en Alemania, explicó que será la última vez que hará “Bolero” en México. “Lo único que les puedo decir es que es un momento muy importante para mí como bailarina por toda mi carrera.
“Esta pieza icónica de Maurice Béjart muy pocos bailarines en el mundo han tenido la oportunidad de presentarla”, aseguró Carrillo, quien puso en escena la pieza en el mismo escenario y con un elenco en su mayoría compuesto por bailarines mexicanos en 2022.
La productora de la gala “Elisa y amigos”, Marcela Medina, señaló que la oportunidad de ver dicha coreografía en México es única, pues actualmente solo la interpreta la compañía de Maurice Béjart y para conseguir los derechos es necesario presentar una audición, misma que Elisa Carrillo superó con gran éxito.
Bolero, del francés Maurice Béjart, es considerada una obra maestra de la danza clásica que se acompaña de la composición homónima del también francés Maurice Ravel (1875-1937), una partitura extensa y repetitiva que hace de la coreografía un enorme reto para las y los bailarines.
La interpretación recae en primera instancia en la bailarina o bailarín principal, en este caso Elisa Carrillo, quien sobre una enorme mesa roja y con tono calmado, como la música de Ravel, comienza en solitario a cautivar al público, dentro del que se encuentran 40 bailarines sentados a su alrededor y que primero son solo espectadores.
Al igual que la música de Ravel, la creación de Béjart va in crescendo y marca, cada vez, movimientos más intensos sobre la mesa, a los que suma poco a poco las y los demás intérpretes.
“Es una pieza en la que de principio a fin te estás moviendo y hay varias frases que tienes que memorizar y a veces con el ritmo de la música, que se repite y se repite, tienes que tener muy clara la interpretación que estás haciendo”, indicó Carrillo.
“Después de 14 minutos estás muy cansado; lo primero es la parte física, pero también la parte de la mente para estar concentrado. Es una pieza en la que si no entregas todo y no tienes una fuerza interpretativa, no puedes llegar a esa cúspide que estás buscando desde un principio”, sentenció.
Para Elisa Carrillo, Bolero es una de las coreografías que llegan en el momento exacto a la vida de los bailarines: “Son piezas cuyo significado lo entiendes cuando ya eres un bailarín formado, has tenido cierta trayectoria, has interpretado grandes roles principales y además empiezas a buscar piezas que te den satisfacción de otra manera”.
Llega a mi vida, agrega, “cuando llevo algunos años como primera bailarina. Hay un momento en la vida donde quieres roles que sean un reto de otra manera con tu interpretación y esos roles te los pueden dar piezas como Bolero. Me cambió como artista, pues me enriqueció la parte de aprenderlo, de traerlo a México y de brindarle la oportunidad a jóvenes de mi país para crearlo juntos, fue maravilloso”, añadió.
La artista considera que cada proyecto tiene su tiempo y su duración, que, en el caso de esta coreografía, desde su concepción estaba destinada a cerrarse con una última fecha en el Auditorio Nacional.