El exastronauta de la NASA, Jim Lovell, comandante de la misión Apolo 13 que sufrió un grave fallo en sus motores en el espacio, falleció a los 97 años en el estado de Illinois, Estados Unidos, según informó este viernes la agencia espacial estadounidense.
“La NASA envía sus condolencias a la familia del Capitán Jim Lovell, cuya vida y obra inspiraron a millones de personas a lo largo de las décadas. El carácter y la valentía inquebrantable de Jim ayudaron a nuestra nación a llegar a la Luna y transformaron una posible tragedia en un éxito del que aprendimos muchísimo”, expresó la agencia.
Jim Lovell murió en Lake Forest, Illinois, anunció la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio, sin citar la causa.
Lovell viajó en cuatro ocasiones al espacio, aunque la más recordada de todas fue la Apolo 13 en 1970, que tuvo que abortar el alunizaje previsto por la explosión de un tanque de oxígeno días después el despegue.
Fue en este momento cuando Lovell, comandante de la misión, pronunció la célebre frase: “Ok, Houston, hemos tenido un problema aquí”; que más tarde acabaría popularizándose como “Houston, tenemos un problema”.
Lovell fue miembro de la segunda clase de astronautas de la NASA, e hizo historia repetidamente durante el apogeo del programa espacial estadounidense, logrando el primer encuentro con una nave espacial tripulada; el vuelo espacial estadounidense más largo de la década de 1960, en Gemini 7; y la primera misión lunar, el viaje orbital del Apolo 8 que capturó la imagen icónica de una Tierra azul y blanca suspendida contra un vacío solitario y negro.
Sus dos viajes durante el programa Gemini y dos más en cápsulas Apolo lo convirtieron en la primera persona en viajar al espacio en cuatro ocasiones distintas y en la primera en viajar dos veces a la Luna.
La misión, que regresó con éxito a la Tierra, fue incluso objeto de una película, Apolo 13 (1995), que narra su historia.
“Como comandante de la misión Apolo 13, su serenidad y fortaleza bajo presión ayudó a la tripulación a regresar sana y salva a la Tierra y demostró la rapidez de pensamiento y la innovación que inspiraron las futuras misiones de la NASA”, indicó la agencia estadounidense en su comunicado.
Sus más de 29 días en el espacio fueron la mayor cantidad de cualquier estadounidense hasta que el transbordador espacial comenzó a alcanzar la órbita baja terrestre en la década de 1980.
Los momentos más apasionantes de la carrera de astronauta de Lovell se produjeron durante el accidente del Apolo 13, un drama de cuatro días que se desarrolló mientras la NASA trabajaba febrilmente para traer a casa a la tripulación de tres hombres y una audiencia mundial reflexionaba sobre la terrible perspectiva de que pudieran quedar varados en un viaje sin retorno.
La misión Apolo 13 “fue una decepción, un fracaso”, declaró Lovell en una entrevista con Charlie Rose en 2002.
“Pero en ciertos aspectos, fue realmente un triunfo de la capacidad del personal de control de tierra, que trabajó con la tripulación de vuelo, para recuperarse con éxito de una catástrofe casi segura”, agregó.