TABASCO.- En aproximadamente cien hectáreas de pantano se desarrolló hace varias décadas el proyecto de Los camellones chontales, en el poblado Tucta municipio de Nacajuca; hoy se encuentra casi olvidado y atrás quedó el éxito que representó para el cultivo de diversos productos y mejora en la economía y calidad de vida de habitantes de la región.
La idea fue transferir la tecnología chinampera del valle de México al trópico y aprovechar las zonas pantanosas para hacerlas productivas, recordó Melesio Pérez Castro quien cuenta que en la actualidad la sociedad chontal que opera este proyecto está integrada por 54 socios y cuentan con una extensión de 74 hectáreas, "entre tierra y agua, islotes que son 25 de tierra y 25 de agua”.
Tras más de 50 años de su creación muchos de los socios originales ya han fallecido, sin embargo sus hijos son los que heredaron las tierras que ahora no producen prácticamente nada, reveló Don Melesio.
Pero, ¿a dónde se fue la bonanza que generaban los camellones?. Una serie de circunstancias le pasaron factura a este espacio: el auge de la actividad petrolera finalmente ocasionó la erosión de los suelos, su salinización por el taponamiento y falta de dragados de los cuerpos de agua.
Don Melesio afirma que él aún siembra en ese lugar, y hay otros compañeros que hacen lo mismo, pero en realidad la producción es incipiente.
En el pasado, tenían una organización bien planeada y hubo bonanza, ahora cada quien está cultivando por su cuenta, pero hay la necesidad de desazolvar y limpiar; sin embargo debido a la falta de compromiso cuando se logra la limpieza la gente lo abandona "y vuelve el montazal”, señala.
Para que vuelva a ser una zona productiva es necesario el desazolve, pues en este tiempo queda puro lodo y ya no sirve para pescar; se han solicitado dos dragas marinas para que no se sufra en tiempos de estiaje, pero no se ha tenido respuesta”, indicó.
Como una forma de renovar la zona, algunos socios, reveló, quisieron entrar al programa de Jóvenes Construyendo el Futuro con el objetivo de trabajar los camellos con hortalizas, árboles frutales, plátano y yuca, sin embargo, por su falta de conocimiento de manejar la plataforma desde el celular se le complicó y fue cancelado su proyecto.
En retrospectiva, lamenta los buenos tiempos de hace años cuando se logró que camellones fuera una sociedad trabajando por un mismo fin: tuvimos una palapa, una tienda, maquinarias para moler maíz, teníamos artesanías, un restaurant donde llegaban de otros municipios, porque aquí cosechábamos los productos, los pescados y todo era natural, pero en una sociedad siempre hay problemas y los problemas nos rebasaron; hay gente que no trabaja y no quieren que los demás lo hagan”, señaló.