El lunes 21 de abril falleció el Papa Francisco, dando inicio al período de sede vacante, un estado transitorio en el que la Iglesia Católica se queda sin pontífice hasta la elección de un nuevo líder. Durante este tiempo, el Vaticano será administrado temporalmente por el camarlengo, el cardenal Kevin Farrell, quien convocará a los cardenales electores a Roma para el cónclave, la ceremonia centenaria en la que se elegirá al nuevo Papa.
Entre los posibles sucesores, destaca el cardenal Peter Turkson, nacido en Ghana en 1948, quien podría convertirse en el primer "Papa Negro" de la historia. Turkson, ordenado sacerdote en 1975 y nombrado cardenal por Juan Pablo II en 2003, ha tenido una destacada carrera en el Vaticano, especialmente en áreas como la justicia social, el medio ambiente y la migración. Presidió el Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz y luego el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, creado por el Papa Francisco en 2017. Conocido por su enfoque progresista, Turkson ha sido considerado "papable" en varias ocasiones. Aunque renunció a su cargo en el dicasterio en 2021, sigue activo en el Vaticano.
Otros posibles sucesores con perfiles que garantizarían la continuidad del legado de Francisco son Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia; el cardenal filipino Luis Antonio Tagle; y el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin. Sectores conservadores impulsan figuras como Willem Eijk o Raymond Leo Burke, críticos de las reformas de Francisco.
La profecía del astrólogo francés Nostradamus, que predice la llegada de un "papa negro" tras la muerte de un "papa anciano", ha vuelto a circular. Algunos interpretan esto como una referencia a un pontífice africano, como Peter Turkson, mientras que otros lo vinculan con los jesuitas, orden a la que pertenecía Francisco.