Washington, D. C. - La tensión entre Estados Unidos y Venezuela escala a un nuevo nivel luego de que el gobierno estadounidense, bajo la administración de Donald Trump, amenazara con el "bloqueo total y completo" de los petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela, y con la incautación de aquellos que se adentren en aguas internacionales.
Según reportó este miércoles el medio Axios, al menos 18 petroleros bajo sanciones de Washington y completamente cargados de crudo se encuentran actualmente en aguas venezolanas y están siendo monitoreados por Estados Unidos. De estos, ocho están clasificados como buques de carga de gran tamaño, similares al petrolero "Skipper", incautado por fuerzas estadounidenses la semana pasada en el Caribe.
El gobierno de Donald Trump ha manifestado su intención de decomisar estos navíos como parte de una estrategia de máxima presión contra el gobierno de Nicolás Maduro. El martes, el líder republicano ordenó el "bloqueo total y completo" de estos buques. A través de su red social, Truth Social, Trump lanzó una advertencia severa, señalando que Venezuela está "rodeada" por "la armada más grande jamás reunida en la historia de Sudamérica" y pronosticó una conmoción sin precedentes hasta que Venezuela "devuelva todo el petróleo, las tierras y otros activos que robaron previamente" a Estados Unidos.
Esta escalada sigue a la incautación del petrolero "Skipper" la semana pasada. El Comando Sur de Estados Unidos interceptó el buque, que transportaba crudo venezolano, en aguas internacionales del Caribe, bajo una orden judicial. Esta acción marcó un giro en los operativos del Comando Sur, que desde septiembre ha focalizado sus esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico en la región.
En respuesta a las declaraciones de Trump, la administración de Nicolás Maduro calificó el anuncio como una "grotesca amenaza". Mediante un comunicado, el gobierno venezolano consideró que el Ejecutivo estadounidense "pretende imponer de manera absolutamente irracional un supuesto bloqueo militar naval" con el objetivo de "robarse las riquezas" del país sudamericano. La situación augura un incremento de las hostilidades en torno a las operaciones de exportación petrolera de Venezuela, vitales para su economía.








