TABASCO. Las oficinas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en México dejó sin empleo a al menos 190 personas, entre ellas trabajadores de Chiapas, Tabasco y Jalisco, pese al aumento histórico de solicitudes de asilo, informó su representante en México, Giovanni Lepri. La medida se debe a un recorte del 60% en el presupuesto de la agencia de la ONU para refugiados.
La mayoría fueron notificados recientemente del término de su relación laboral, mientras que en algunos casos se ofreció reubicación temporal, como ocurrió con parte del personal que operaba en Palenque, ahora trasladado a Tapachula.
Las oficinas cerradas se ubican en Tenosique (Tabasco), Tuxtla Gutiérrez y Palenque (Chiapas), así como en Guadalajara (Jalisco). Lepri aseguró que “ninguna oficina era superflua” y que fue una decisión forzada por la falta de recursos.
Además del cierre de sedes, el ajuste presupuestal provocó el recorte de más de 190 empleados. “Eran colegas valientes, capaces, preparados. No pudimos seguir con su contratación”, explicó el funcionario en un mensaje a medios.
Actualmente, ACNUR mantiene operaciones en sólo ocho ciudades del país:
Aguascalientes, Aguascalientes
Ciudad de México
Ciudad Juárez, Chihuahua
Monterrey, Nuevo León
Saltillo, Coahuila
San Luis Potosí
Tapachula, Chiapas
Tijuana, Baja California
Un extrabajador, que pidió mantener el anonimato, explicó que los contratos en ACNUR contemplan diversas modalidades (staff nacional, temporal, internacional o voluntariado), lo cual determina tanto el tipo de pago como las condiciones del despido.
“Cuando te contratan, el contrato dice que te pueden despedir por cualquier motivo (...) No existe algo como despido injustificado. Lo único que se tiene que hacer es aceptar, esperar a que haya vacaciones y aceptar. Si te despiden antes de tiempo, hay una indemnización de un mes, más o menos”, comentó.
Añadió que, dependiendo del contrato, también existen beneficios como fondo de ahorro o bonos adicionales por destino, pero no en todos los casos. La notificación del despido ha causado incertidumbre, aunque varios trabajadores ya conocían de antemano que los contratos podrían terminar de forma anticipada por decisiones operativas.
Giovanni Lepri, confirmó que la causa es un recorte del 60 % en el presupuesto asignado para 2024, gran parte del cual proviene del gobierno de Estados Unidos. “ACNUR ha tenido que tomar decisiones muy graves este año”, dijo Lepri, al explicar que la drástica reducción financiera obligó a cerrar espacios clave de atención humanitaria en zonas con alto flujo migratorio.
México figura entre los 10 países con más solicitudes de asilo en el mundo. En lo que va de 2024, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) ha recibido más de 80 mil solicitudes, muchas de ellas concentradas en la frontera sur.
El funcionamiento de ACNUR en el país depende en gran medida del apoyo financiero de Estados Unidos, que hasta este año aportaba más del 40 % de los recursos. No obstante, el congelamiento de fondos durante el gobierno de Donald Trump y los recortes actuales han debilitado su capacidad de respuesta.
Organizaciones defensoras de derechos humanos advierten que el retiro de ACNUR podría aumentar la vulnerabilidad de miles de migrantes, quienes ahora enfrentarán los riesgos del tránsito por México sin acompañamiento institucional.