Reconocido como el “último genio universal”, hoy se cumplen 308 años de la muerte, en 1716, de Gottfried Wilhelm Von Leibniz, polímata, matemático, lógico, teólogo, jurista, bibliotecarios y político alemán.
El pensador, nacido en 1646, realizó profundas e importantes contribuciones en las áreas de metafísica, epistemología, lógica, filosofía de la religión, así como en las matemáticas, física, geología, jurisprudencia e historia.
Se cree que nadie más pudo después conocer suficientemente todos los campos del saber. Fue uno de los grandes pensadores de los siglos XVII y XVIII. Denis Diderot, el filósofo francés que era opositor a Leibniz, dijo que nadie había leído tanto como él, estudiado tanto, meditado más y escrito más.
Ocupa un lugar igualmente importante tanto en la historia de la filosofía como en la de la matemática, porque desarrolló el cálculo infinitesimal, el sistema binario, fundamento virtual de todas las arquitecturas de las computadoras actuales.
Fue uno de los primeros intelectuales europeos que reconocieron el valor y la importancia del pensamiento chino y de China como potencia desde todos los puntos de vista.