Villahermosa, Tabasco.- Trabajadores de la Secretaría de Salud de Tabasco han alzado la voz para denunciar presuntos actos de acoso laboral, intimidación y violencia por parte de altos funcionarios, una situación que, aseguran, ha sido tolerada por la administración estatal a pesar de ser de su conocimiento.
El caso más reciente y alarmante involucra a una trabajadora de base, quien fue presuntamente encerrada y amedrentada en la oficina privada del Administrador, Emigdio Ilizaliturri Guzmán, y despojada de su bolso, luego de negarse a firmar su renuncia, solicitada por Luis Manuel de la Cruz Espejo, Director de Enlace Operativo y Seguimiento, y cercano a Ilizaliturri.
Esta grave denuncia ocurre a tan solo unos días de la conmemoración del Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer el pasado 25 de noviembre, fecha en la que el actual secretario de Salud, Alejandro Calderón Alipi, paradójicamente, emitió un discurso sobre la importancia de denunciar el abuso y la violencia.
Los señalamientos de maltrato se extienden a la Dirección de Planeación y Finanzas, donde su titular, Verónica Minerva Mancilla Sánchez, es acusada de conducirse con gritos, groserías y exigencias sin fundamento ni respeto hacia el personal, creando un ambiente de hartazgo entre los empleados. A estos atropellos se suman retrasos en el pago de viáticos y de la homologación al personal estatal.
Fuentes internas señalan que tanto Emigdio Ilizaliturri Guzmán como Luis Manuel de la Cruz Espejo, y la propia Verónica Minerva Mancilla Sánchez, forman parte de un grupo de funcionarios foráneos "importados" de la Ciudad de México, presuntamente recomendados directamente por Andrés "Andy" Manuel López Beltrán, hijo del expresidente López Obrador, actual secretario de Organización de Morena.
Trabajadores aseguran que el gobernador Javier May Rodríguez en sus "jornadas de territorio" ha sido notificado del comportamiento y los atropellos de estos funcionarios. Sin embargo, no se han tomado cartas en el asunto, lo que se atribuye a una presunta protección derivada de la cercanía con Andy López Beltrán.
Esta inacción por parte de las autoridades es vista como una contradicción directa al discurso de defensa de las mujeres y de cero tolerancia a la violencia que, apenas el 25 de noviembre, defendió el titular de la dependencia, Alejandro Calderón Alipi, también señalado como cercano a López Beltrán. La situación pone en entredicho el compromiso real de la Secretaría de Salud y del gobierno estatal con el combate al acoso laboral y la violencia de género dentro de sus propias filas.








