Ciudad de México, México. Fátima Bosch Fernández, la joven tabasqueña de 25 años que se alzó con la corona de Miss Universe México 2025, se perfila no solo como una candidata a la corona internacional en Tailandia, sino como una voz disruptiva en los certámenes de belleza, defendiendo la sororidad y la dignidad femenina, incluso en medio de la polémica.
Nacida en Tabasco, Bosch es una profesional con una sólida formación académica. Es diseñadora de Indumentaria y Moda por la Universidad Iberoamericana, con estudios complementarios en Milán y Vermont. Su camino, sin embargo, estuvo marcado por la adversidad. Fátima es una persona neurodivergente con TDAH, dislexia e hiperactividad, lo que le supuso un desafío triple en su formación debido al bullying escolar y la falta de paciencia de algunas maestras.
Lejos de victimizarse, la modelo adoptó una mentalidad de compromiso férreo: "Tengo que estudiar 20 veces cada cosa... Esto fue lo que me tocó", declaró, logrando finalizar sus estudios sin reprobar. Esta resiliencia forjó una forma de pensar centrada en la superación personal y el uso de su plataforma para causas sociales, como el diseño sustentable y el apoyo a migrantes, además de ser una fuerte defensora contra el ciberbullying.
Bosch ha sido enfática en la importancia de la sororidad real, un tema que la envolvió en su primera controversia. Tras su coronación en la final de Miss Universe México 2025, la diseñadora señaló la falta de apoyo genuino entre algunas de sus compañeras. "La sororidad verdadera no se dice de dientes para afuera; se practica, y tristemente en este caso no se dio", afirmó. No obstante, su mensaje fue conciliador, invitando a una sororidad auténtica y al profesionalismo, aunque destacó a las representantes de Tlaxcala, Tamaulipas, Yucatán y Veracruz por sus felicitaciones.
La segunda y más reciente polémica de Fátima Bosch ocurrió en Tailandia, a pocos días del certamen internacional. La mexicana fue protagonista de un tenso altercado con Nawat Itsaragrisil, presidente de Miss Grand Internacional, quien la increpó, la mandó a callar, le gritó y la llamó "tonta" por supuestamente no publicar suficiente contenido sobre el país anfitrión.
Lejos de amedrentarse, Bosch utilizó el incidente como una poderosa plataforma para el empoderamiento femenino y la dignificación de la mujer. Tras ser expulsada del recinto, declaró con firmeza: "Me llamó tonta... No se me hace justo. Me gritó, me mandó callar. El mundo tiene que ver esto, porque somos mujeres empoderadas y esta es una plataforma para usar nuestra voz. Y nadie podrá callar mi voz".
La tabasqueña reiteró su posición contra la cosificación de la mujer: "Yo no soy una muñeca para estarla maquillando, peinando y cambiándole la ropa. Yo vine aquí a ser una voz para todas las mujeres y niñas que luchan por causas". Su respuesta generó una ola de apoyo, con cientos de personas coreando "México, México" a las afueras del hotel, y obligó a Itsaragrisil a ofrecer una "disculpa pública" por sus comentarios, además de una intervención de la organización de Miss Universo para asegurar un ambiente seguro.
Fátima Bosch, con su historia de superación y su defensa activa de la sororidad y el respeto, ha transformado su participación en Miss Universo 2025 en un campo de batalla por la voz y la dignidad de la mujer.







