El gobierno de Israel ha aprobado 22 nuevos asentamientos judíos en el territorio ocupado de Cisjordania, según informó el jueves el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, una medida que podría ahondar las divisiones con algunos aliados, que han amenazado con sanciones por una mayor expansión.
El ultraderechista Smotrich, defensor de la soberanía israelí sobre Cisjordania, escribió en la red social X que los nuevos asentamientos se situarían en la zona norte de Cisjordania, sin especificar dónde.
Los medios de comunicación israelíes citaron al Ministerio de Defensa diciendo que entre los nuevos asentamientos judíos se legalizarían los "puestos de avanzada" existentes y también se construirían nuevos asentamientos.
Unos 700 mil colonos israelíes viven entre 2.7 millones de palestinos en Cisjordania y Jerusalén Este, territorios que Israel arrebató a Jordania en la guerra de 1967. Israel se anexionó posteriormente Jerusalén Este, medida no reconocida por la mayoría de los países, pero no ha extendido formalmente su soberanía a Cisjordania.
Los palestinos consideran la expansión de los asentamientos un obstáculo para sus aspiraciones de establecer un Estado palestino independiente en la Franja de Gaza y Cisjordania, incluido el Jerusalén Este ocupado.
Cada vez son más los países europeos que exigen a Israel que ponga fin a la guerra en Gaza, mientras que Reino Unido, Francia y Canadá advirtieron este mes a Israel de que podrían imponer sanciones selectivas si seguía ampliando los asentamientos en Cisjordania.
La mayor parte de la comunidad internacional considera ilegales los asentamientos judíos. El Gobierno israelí considera que los asentamientos son legales en virtud de sus propias leyes, mientras que algunos de los llamados "puestos de avanzada" son ilegales, pero a menudo tolerados y a veces legalizados posteriormente.
La actividad de los asentamientos en Cisjordania se ha acelerado bruscamente desde la guerra de Gaza, que cumple 19 meses, sumándose a la escalada de las operaciones militares israelíes contra militantes palestinos y al creciente número de ataques de colonos contra residentes palestinos.
Nabil Abu Rudeineh, portavoz del presidente palestino, Mahmud Abás, calificó la decisión de Israel de "peligrosa escalada" y acusó al Gobierno de seguir arrastrando a la región a un "ciclo de violencia e inestabilidad".
"Este Gobierno extremista israelí está tratando por todos los medios de impedir el establecimiento de un Estado palestino independiente", ha declarado a Reuters, instando al Gobierno del presidente estadunidense, Donald Trump, a intervenir.
Un responsable de Hamás, Sami Abu Zuhri, condenó el anuncio y pidió a Estados Unidos y a la Unión Europea que tomasen medidas.
"El anuncio de la construcción de 22 nuevos asentamientos en Cisjordania es parte de la guerra dirigida por Netanyahu contra el pueblo palestino", dijo Abu Zuhri a Reuters.