TABASCO. Tabasco se encuentra dentro del #Top10 a nivel nacional en casos de trabajo infantil, una práctica considerada una de las realidades más desgarradoras y urgentes de nuestro tiempo, pues roba la infancia y el futuro de millones de niñas y niños en todo el orbe.
La coordinadora de la Asociación Aldea por los Niños, Alejandra Arias Gómez, advierte que en la entidad existen más de 70 mil menores atrapados en situación de trabajo o explotación laboral, por lo que urge a las autoridades federales y estatales a crear una estrategia que contribuya a atender de fondo la problemática.
El problema es más grave de lo que se cree, ya que la infancia está inmersa en trabajos en condiciones inapropiadas para su edad, que dañan su salud, moralidad y seguridad. En el caso de Tabasco, este fenómeno se acentúa en zonas urbanas y suburbanas, e incluso en comunidades indígenas.
El promedio de edad en que los niños sufren explotación laboral se da entre los 6 y los 14 años, alerta.
“Los niños que venden aguas, los que venden dulces, los que venden tortillas, que incluso trabajan en la vía pública, y de hecho ya se han documentado accidentes o situaciones de extremo riesgo (…) el trabajo infantil se considera peligroso cuando pone en riesgo la vida, la integridad del niño y cuando provoca la deserción escolar por motivos laborales”, sentencia.
La defensora de los derechos humanos de la infancia asevera que “esta problemática sí es grave en el estado”.
De acuerdo con el último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Tabasco ocupó el décimo tercer lugar en la Tasa de Trabajo Infantil con 15.1%, mientras que en la Tasa de Ocupación Peligrosa entre menores de 5 a 17 años, nuestro estado se situó en el tercer puesto, detrás de Guerrero y Chiapas.
MALTRATO SEXUAL Y FÍSICO
En el marco de la celebración del Día del Niño, Alejandra Arias alerta que miles de infantes en Tabasco están expuestos a violencia física o sexual.
De ellos, 68% corren peligro en sus propios hogares, dado que la mayoría de los violentadores son sus propios padres o madres. Incluso, alarma, en los casos de agresión sexual siempre aparece una figura recurrente: el padrastro.
Este tipo de desintegración o deformación tiene su génesis en embarazos adolescentes y la inmadurez de muchas madres o padres.
Los embarazos prematuros están en gran medida asociados con temas de abandono de los infantes, no en el estricto sentido de dejarlos tirados en la calle, pero sí en la perspectiva de la negligencia al momento de la crianza. Esto al final deriva en que el niño huye de casa, se pone trabajar y es víctima de otros delitos.
“GOBIERNO FALLIDO”
La Ley General de Niños, Niñas y Adolescentes obliga a los tres órdenes de gobierno a destinar recursos y crear políticas públicas para prevenir la violencia contra la niñez. Sin embargo, para Arias Gómez el ámbito municipal es el que más flaquea o falla, por ser el primer contacto con los gobernados.
“Los tres niveles de gobierno han fallado a los niños, a los adolescentes, porque hasta ahora no hemos visto ninguna estrategia o programa integral para hacer un trabajo de prevención directamente en comunidades, directamente en las escuelas”, reprocha la activista.
Endurece su crítica al señalar que en muchos casos que han ocurrido en comunidades, los afectados e inclusive la propia autoridad local “no saben cómo proceder para realizar la denuncia, no saben a qué número denunciar, ni los vecinos, ni los mismos delegados”.
Alejandra Arias pone como ejemplo una intervención realizada por Aldea por los Niños en una comunidad indígena de Nacajuca.
‘Fuimos testigos de cómo se hicieron llamadas telefónicas a la Procuraduría para la Defensa del Menor y la Familia y allí nadie les contestaba (…) esto conduce al desánimo (…) hay otros casos donde sí se logra interponer la denuncia, pero la autoridad competente cae en omisiones, en desaseo, no hay ley ni justicia que valga para una mala integración de expedientes o carpeta investigación’, condena.
URGEN SOLUCIONES
Recientemente, Sintexto documentó que la Zona Centro de Villahermosa está llena de niños en situación de calle, trabajando de lo que pueden, infantes que tienen edades desde los 9 hasta los 12 años. Pese a esta inocultable realidad, el DIF Tabasco se deslindó de la problemática y en voz de su coordinador general, Víctor de Dios Gómez, estableció que “para que se pueda proceder en dichas situaciones, antes debe haber denuncia”.
La Asociación Aldea por los Niños actualmente impulsa acciones de prevención contra el trabajo infantil en escuelas, a través de obras de teatro, con títeres o de arte terapia, y por medio de videos o actividades didácticas provee a los estudiantes de herramientas para identificar y responder frente a un caso de violencia.
Alejandra Arias denuncia el desinterés con que el Gobierno aborda este fenómeno, a tal grado que no hay espacios en ninguno de los 17 municipios del estado para brindar terapia psicológica o que sirvan como refugio a los niños para afrontar la violencia en casa. La mayoría de ellos siguen el calvario o el proceso de atención en el mismo hogar donde son maltratados.
Aldea por los Niños propone, como medida inmediata para comenzar a revertir esta problemática, que los Ayuntamientos y el propio Gobierno estatal consideren recursos para crear albergues que brinden protección y cobijo a los menores que son víctimas de violencia. Hasta ahorita, en los hechos y en los dichos, este problema no es prioritario dentro de la agenda pública.
El Día del Niño “no se debe celebrar con circos, con juguetes, con juegos, sino realmente con estrategias que protejan sus derechos fundamentales, sobre todo porque en Tabasco 7 de cada 10 niños padecen un tipo de abuso, ya sea verbal, físico, psicológico, sexual o laboral”, concluye.