TABASCO.- Ubicada en la avenida Gregorio Méndez Magaña, en la colonia Tamulté, la taquería “Don Pancho” no solo conquista paladares con sus deliciosos tacos, especialmente de carne de borrego, sino que también envuelve a sus clientes en un ambiente hogareño que los hace sentir como en la sala de su propia casa.
Fotografías de familiares, recuerdos de los quince años de las hijas de Felipe, souvenirs y una Virgen María junto a otros santos en la antesala de la cocina crean un entorno único, muy valorado por la clientela y un atractivo para nuevos visitantes.
El negocio nació gracias a la inspiración del suegro de Felipe, quien lo animó a abrir su propia taquería en su casa. Aunque Felipe dudaba, el fallecimiento de su suegro le dio la certeza para actuar.
“Él fallece, entonces yo tomo la iniciativa. Recuerdo que empezamos un 17 de junio, con 20 kilos de carne de res y medio borrego. Gracias a Dios, a la una de la tarde ya no teníamos nada, y de ahí han venido puras bendiciones”, relata Felipe, atribuyendo cada éxito a una bendición que su suegro envía desde el cielo.
Los inicios fueron duros. Durante los primeros ocho meses, Felipe y su esposa lo hacían todo: él taqueaba, mesereaba, guisaba y se levantaba a las cuatro de la mañana para buscar ofertas en la Central de Abasto, trabajando casi 17 horas diarias. “Mi motivación era que se vendía, que a mi familia ya le estaba yendo un poquito mejor, y eso ha sido mi motivación hasta la fecha”, afirma.
Hoy, la taquería es un esfuerzo familiar, con ocho colaboradores, la mayoría parientes, que ofrecen con orgullo carne de borrego, un distintivo del lugar. A pesar de las envidias de taquerías vecinas, Felipe se mantiene fiel a sus raíces y a lo que más ama: atender directamente a sus clientes. “Es lo que más me gusta, estar frente a frente con ellos”, asegura.
Con la esperanza de que sus hijas continúen este legado, Felipe ve a *Don Pancho* como un “arbolito” que ya da sombra y solo necesita cuidado. “Este negocio es muy noble y ya está hecho”, dice con orgullo, agradeciendo la inspiración de su suegro y las bendiciones que han convertido a su taquería en un hogar para su familia y sus clientes, donde la carne de borrego es un sello de su éxito.