TABASCO.- En el centro de la ciudad, en la calle Eusebio Castillo 711, hay una discreta casa color crema que alberga un vibrante epicentro del arte alternativo: Tropical Gang, el estudio-tienda de Oliver Quiroz Hernández, conocido como Oliver Trauma.
Con 20 años de trayectoria, este multifacético creativo se ha consolidado como un pionero del grafiti en Tabasco, transformando su pasión por el arte urbano en un espacio formador que inspira a nuevas generaciones.
Raíces tropicales y urbanas
Originario de la Barra de Santana en Cárdenas, Trauma creció entre la riqueza natural de Tabasco y la efervescencia de su cabecera municipal. Su obra refleja un diálogo entre la flora y fauna tropicales y el estilo contemporáneo del graffiti, fusionando raíces tabasqueñas con un toque urbano y moderno.
“Siempre el matiz es muy tabasqueño, de nuestras raíces, de la costa, tropical. Cárdenas ha sido una parte importante en mi vida, porque ahí crecí hasta la prepa”, comparte.
Formado como diseñador gráfico en Xalapa, Veracruz, debido a la ausencia de una escena grafitera en Tabasco durante su juventud, Trauma se nutrió de diversas disciplinas artísticas, desde la ilustración hasta la animación. Su conexión con el arte se remonta a su infancia. Su madre, aunque era docente, incursionó en la danza en en Instituto Nacional de las Bellas Artes (INBA), mientras que su padre era un médico apasionado por la pintura. Ellos y los talleres de la Casa de la Cultura de Cárdenas nutrieron más aspiraciones de Oliver.
Sin embargo, fue en la secundaria cuando el graffiti irrumpió en su vida al descubrir una revista sobre arte urbano. “La pintura tradicional siempre me ha gustado, pero conocer esta disciplina fue algo bastante radical”, recuerda.
Pionero en un terreno inexplorado
A su regreso a Tabasco en 2010, tras culminar sus estudios, Trauma encontró un panorama desértico para el graffiti, estigmatizado como vandalismo. “En Tabasco no había una escena de grafiteros ni escuelas que enseñaran este arte”, señala.
Con determinación, comenzó a forjar una comunidad, enfrentándose a prejuicios y falta de apoyo institucional. “El graffiti es el arte más efímero: lo pintas un día, y al siguiente puede ser borrado o maltratado. Pero esa pertenencia de ser público, de llegar a más personas, es lo que lo hace especial”, afirma.
Con 15 años solicitando espacios públicos para intervenciones artísticas, Trauma ha liderado un cambio de percepción. Desde colaboraciones en escuelas de la colonia Gaviotas hasta murales en el centro de Villahermosa, el graffiti tabasqueño ha ganado terreno.
“Ahora hay mucha gente que estudió artes y busca diversificar sus habilidades. No es solo el grafiti del placer, sino una cultura con calidad súper chida”, destaca.
Tropical Gang: Un espacio para la creatividad
En 2022, tras la pandemia, Trauma abrió Tropical Gang, un estudio-tienda que define como “un templo de la creatividad”. Este espacio, ubicado en el corazón de Villahermosa, no es un negocio comercial convencional, sino un refugio donde convergen talleres de dibujo, pintura y graffiti, además de artículos que celebran el arte alternativo. “No podía tener una casa convencional, siempre estaba rodeada de pintura y galería. Quise crear un lugar donde la creatividad fuera cotidiana”, explica.
Tropical Gang profesionaliza el grafiti a través de la formación y la comunidad, ofreciendo un lugar donde los jóvenes pueden aprender y conectar. Trauma también organiza festivales que integran grafiti con otras expresiones como rap, breakdance, rock, ska y reggae, ampliando la comunidad artística. “Ya hay donde puedas emprender esta disciplina y tener una comunidad”, asegura.
Un legado en construcción
A pesar de los avances, Trauma reconoce que Tabasco aún está lejos de la escena grafitera del centro del país, donde instituciones públicas colaboran activamente con los artistas. Sin embargo, su trabajo ha roto barreras, llevando el arte urbano a escuelas y espacios públicos, y demostrando que el grafiti es mucho más que un juego de niños.
“Queremos que la gente lo conozca, que vea que esos niños que no tuvieron información en su momento se prepararon y ahora forman parte de una cultura vibrante”, concluye.
Con Tropical Gang como su bastión, Oliver Trauma no solo pinta muros, sino que siembra las semillas de una revolución artística en Tabasco, consolidando un legado que trasciende la efimeridad del graffiti.
Recientemente salió del país como coordinador de la delegación de mexicanos en el festival de arte urbano en la Habana, Cuba. En este encuentro estuvieron presentes Colombia, Venezuela, Brasil y México. Además consiguió crear una comunidad colaborativa en Bolivia y Perú, países donde se juntaron con otros grafiteros para pintar un mural.